Steven Spielberg plantó en los años 70 la idea de unas vacaciones de pesadilla en la playa con su obra Tiburón, que desarrolló el fenómeno de los blockbuster e inició uno de los subgéneros más especiales del cine de horror: las películas de tiburones. Desde entonces se han estreno decenas de cintas que tienen como protagonista a un animal marítimo que acecha a sus presas desde el fondo del mar o en las concurridas costas, tal como lo hemos visto en Sharknado o Megalodón.
Ahora es turno de Demonio Negro, un tiburón bastante peculiar originario de las aguas mexicanas. Si Dinamarca tiene a La Sirenita, en nuestro país tenemos cientos de leyendas entre las que destaca una desde lo profundo del océano. Esta película dirigida por Adrian Grunberg, director estadounidense que vive en México desde hace más de 30 años, se inspiró en la historia del Demonio Negro que amenaza las playas de Baja California desde hace décadas, o al menos así lo aseguran los habitantes de la comunidad.
El largometraje de Grunberg nos presenta la historia de Paul (Josh Lucas), quien planea unas encantadoras vacaciones junto a su esposa e hijos en Bahía Negra, el lugar donde trabajó hace muchos años y que recordaba como un sitio paradisíaco para disfrutar en familia. Una vez que llega a México, se da cuenta que es un pueblo fantasma cuya decadencia se debe a los ataques del Demonio Negro, por lo que debe ingeniárselas para llevar a su familia de vuelta sana y salva a tierra firme.
A diferencia de otras producciones que se filman con la ayuda de pantallas verdes, el elenco de la producción cinematográfica viajó hasta República Dominicana para recrear los paisajes mexicanos y sumergirse dentro de un tanque en el mar, proyectando imágenes más reales que si todo fuera añadido digitalmente. El protagonista de Yellowstone compartió que a pesar de su intento por conseguir ser lo más fieles posible a la experiencia, no rodaron con tiburones en el set.
Eso sí, él no es ajeno a las anécdotas con dichas criaturas marítimas, pues contó en entrevista para Today que una vez nadó con ellos y le hicieron pasar un trago amargo, provocándole una crisis ante la posibilidad de no vivir para contarlo. “Fue en uno de esos paseos con tiburones donde te sumerges 30 pies en lo profundo del mar y ellos nadan a tu alrededor. Lo terrorífico fue que me tiraron la máscara, así que empecé a entrar en pánico, pero en teoría eso no es lo que se debe hacer”.
¿Tú te atreverías a realizar algo así? El actor de Psicópata americano confesó que lo hizo porque quería experimentar algo cercano a la naturaleza, pero no le quedaron ganas de volver a vivirlo. Demonio Negro cuenta también con las actuaciones de Omar Chaparro, Fernanda Urrejola y Raúl Méndez, y si aún no has ido al cine a verla, puedes adquirir tus boletos por medio de este enlace.