Apenas va comenzando la fase cinco del MCU y tras el fracaso de Ant-Man and The Wasp: Quantumania con Paul Rudd al frente del proyecto, el estreno de Guardianes de la Galaxia vol. 3 ha sido una de las entregas que mostraron el menor porcentaje de caída en la venta de boletos de cine para su segundo fin de semana a pesar de no alcanzar los exorbitantes niveles de Illumination con Super Mario Bros, la película.
No es novedad que James Gunn es uno de los directores más queridos por las audiencias de Marvel, por lo que su llegada al DCEU suena esperanzadora aunque signifique su separación permanente de los personajes e historias creadas por Stan Lee y Jack Kirby. A lo largo de más de 30 películas hemos visto distintos villanos desfilar por la pantalla grande, pero quizás no habíamos visto uno tan cruel como el que nos presentaron en este cierre de la trilogía.
Ya presenciamos los ataques de Loki, Misterio, Killmonger y Thanos, pero cada uno de ellos tenía alguna motivación o resentimiento que los orillaba a apoderarse del universo, gobernar lo que creían que les pertenecía o a desaparecer a la mitad de la población porque parecía conveniente, pero a diferencia de ellos, el Alto Evolucionador (Chukwudi Iwuji) es uno de los villanos cuya maldad no necesita ser justificada para conmover algo dentro del espectador.
Así como en la actualidad se busca presentar los motivos que convirtieron a una persona común y corriente en alguien completamente maligno, como sucedió con Cruella de Vil, Gunn no cayó en este recurso de crear empatía entre el espectador y antagonista para disminuir el impacto de sus atrocidades. En la tercera entrega de Guardianes de la Galaxia conocemos a un ser sin escrúpulos que es nublado totalmente debido a su obsesión por la perfección.
El perfeccionismo es algo bastante común entre la gente y aquí el director la lleva al extremo para crear una analogía sobre la crueldad que reside en el maltrato animal para beneficio de otros, una presentación en pantalla que incluso le consiguió el reconocimiento de PETA. Conocer el pasado de Rocket (Bradley Cooper) y ver los flashbacks de su vida conmovió hasta las lágrimas a los asistentes de las salas de cine, mostrando lo que es ser malo en verdad y sin ningún pretexto de fondo.
Incluso nos pareció un personaje peor que Kang (Jonathan Majors), a quien Peyton Reed llamó como un villano mucho más aterrador y malévolo que Thanos. Tal vez el Alto Evolucionador nos parezca aún más despreciable porque posee características similares a las del ser humano, permitiéndonos ver que nosotros mismos podríamos ser partícipes de semejante atrocidad. Definitivamente esta es una de las mejores maniobras de Gunn en el MCU, además de sus soundtracks, claro. Recuerda que Guardianes de la Galaxia vol. 3 continúa proyectándose en Cinépolis y Cinemex.