Jesse Armstrong advirtió que el octavo episodio de Succession sería el más impactante de la temporada, incluso más que la muerte de Logan (Brian Cox) en el capítulo 3, y esta noche lo confirmamos. El antepenúltimo domingo de la aclamada serie de HBO Max trajo la caótica elección del nuevo Presidente de los Estados Unidos, en la que Connor Roy (Alan Ruck) figuraba como candidato y para la cual invirtió millones de dólares para mantenerse en la carrera.
La semana pasada vimos la noche previa a las elecciones y el caos que se desató entre Kendall Roy (Jeremy Strong) y Lukas Matsson (Alexander Skarsgard), luego de enterarse que los números financieros de GoJo eran falsos, facilitando que el boicot que la alianza KenRo planificaba se volviera más factible. Pero antes de avanzar con lo que sucedió en el capítulo de hoy, esta es una spoiler alert por si aún no lo han visto.
Desde la entrega anterior vimos cómo cada uno de los hermanos Roy maquinaba su propio plan; si bien Roman (Kieran Culkin) y Kendall estaban en el mismo plano, Shiv (Sarah Snook) se desconcertó ante la noticia de Matsson y dudó sobre si su alianza era la más recomendable para ella y Waystar Royco. Todo eso cambió esta noche pues una vez que llegó la jornada electoral, los hijos de Logan buscaron sus propias alternativas para posicionar al candidato que más les convenía en la presidencia.
Ken se mostró distraído todo el episodio ante los problemas familiares que tiene con su esposa y su hija, quien sufre de bullying en la escuela debido a la inclinación política que tiene la empresa que lidera su padre; así que fue Roman quien tomó el mando durante el día de las elecciones y se apresuró a concretar un trato con Jeryd Mencken (Justin Kirk), el candidato del Partido Republicano. Considerado por todo el mundo como un político fascista, el personaje de Strong no estaba seguro si debían apoyarlo a él, pues sentía remordimiento por la vulnerabilidad de su familia.
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Mientras tanto, Shiv continuó concentrada en su pacto con Mattson para conseguir que el candidato de su ex novio Nate ganara las elecciones y así apoyara la compra de Waystar Royco a manos de GoJo. Pero aquí es donde todos juegan en contra de la única hermana Roy, puesto que sin el apoyo de su esposo Tom (Matthew Macfadyen), los hombres de la familia se unieron para manejar la narrativa por intereses personales, afectando cualquier posibilidad que ella tuviera para influir en la decisión del manejo de la información en los noticieros.
Sin embargo, una vez más vimos cómo Siobhan quiso manipular la situación a su favor y le mintió a Kendall sobre pedirle a Nate que los apoyara a desbaratar el trato de compra de la empresa. El comportamiento extraño de su hermana le causó incertidumbre, por lo que le preguntó a Greg (Nicholas Braun) si sabía algo sobre dicha amistad y, como siempre, el primo terminó por revelar la información a cambio de seguridad dentro de la compañía, provocando que tanto él como Roman se opusieran a lo que ella quería hacer.
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El episodio titulado “América decide” retrató la manera en que los empresarios manejan los intereses políticos del país, pues en este caso al ser Waystar Royco una de las empresas más grandes del país y con una enorme televisora de noticias a su poder, fueron capaces de fabricar la narrativa en torno a quién sería el próximo presidente de los Estados Unidos, pero podemos decir que sin el trato que consiguió Roman, Mencken no habría ganado las elecciones.
A pesar de verlo vulnerable tras la muerte de su padre en los capítulos pasados, finalmente el personaje de Culkin demostró su capacidad de liderazgo pero sobre todo sus mañas y carisma para forjar relaciones con otros, pues tal como lo mencionó Gerri (J. Smith-Cameron) durante su pelea con Roman, él tenía todo para ser el CEO de la compañía y seguir los pasos de su padre. Eso sí, aún falta ver si Shiv tiene un as bajo la manga, porque en esta serie todo se puede esperar… ¿Cuál será su contraataque?