El nombre de "Disney", ya sea para referirse al icónico y visionario Walt Disney, a la compañía productora de cine, al famoso parque de diversiones o al vasto imperio de productos, siempre se vincula con atmósferas festivas y complacientes o con relatos de princesas (La bella durmiente, La cenicienta, La bella y la bestia o La sirenita), pero pocas veces se recuerda su notable colaboración con el pintor español Salvador Dalí en el enigmático cortometraje surrealista titulado Destino. Incluso, sería inimaginable asociar la marca Disney con el género del terror.
Los fanáticos hablan de una Edad Oscura de Disney, que se extendió desde 1970 hasta 1988, una época de películas menores y elecciones extrañas. Después de la muerte de Walt Disney, el estudio buscaba nuevas direcciones y, al mismo tiempo, intentaba recuperar la magia con productos derivados. Muchos de los títulos producidos mostraban un tono oscuro distintivo, aunque no forzosamente terrorífico.
Walt Disney Pictures
La más notoria de estas películas a menudo francamente aterradoras fue, por supuesto, El caldero mágico, de 1985, una adaptación de las novelas de fantasía de Lloyd Alexander. Y justo en medio de la Edad Oscura de Disney, la casa de Mickey Mouse produjo una película de terror con Bette Davis, la icónica actriz de Eva al desnudo y Cálmate, dulce Carlota.
Fue en 1980 cuando Disney Company retomó una novela de la escritora estadounidense Florence Engel Randall para elaborar la película The Watcher in the Woods (conocida en América Latina como Los ojos del bosque). El productor Tom Leetch presentó el proyecto afirmando que "este podría ser nuestro Exorcista", en referencia al clásico del género de William Friedkin.
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Disney le dio luz verde al proyecto y contrataron al director de La leyenda de la mansión del infierno, el británico John Hough, para dirigir la película y Brian Clemens fue contratado para adaptar la novela. Sin embargo, después de que su primer borrador se consideró demasiado oscuro, Disney reemplazó a Clemens para que Rosemary Anne Sisson elaborará un nuevo borrador. Todo fue cuesta abajo para el proyecto a partir de estos cambios.
De hecho, después de la presentación limitada de la película en Nueva York el 17 de abril de 1980, la reacción crítica fue tan severa que Disney retiró la película de los cines y volvió a filmar su final sin Hough. En total, supuestamente se escribieron más de 152 finales alternativos (y varios se filmaron). Por desgracia, sólo tres finales diferentes han sobrevivido hasta nuestros días y pueden apreciarse en la edición del DVD lanzado en 2002.
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The Watcher in the Woods probablemente se clasificaría hoy como una obra de terror folclórico (subgénero al que pertenecen las maravillosas La bruja de Robert Eggers y You Won’t Be Alone con Noomi Rapace); una historia con un entorno rural o provincial, y una leyenda oscura en su núcleo. Como muchos horrores populares, se desarrolla en la campiña inglesa.
Protagonizada también por Carroll Baker, Lynn-Holly Johnson, Kyle Richards y David McCallum, la película se centra en una familia estadounidense que se muda a una hermosa casa inglesa antigua en una zona boscosa, y comienzan a experimentar eventos paranormales asociados a la misteriosa desaparición de una joven durante un eclipse solar ocurrido décadas antes.
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Filmada en muchos de los lugares que había utilizado Robert Wise para The Haunting, The Watcher in the Woods atravesó por un apresurado proceso de postproducción debido a que los productores pretendían que el estreno coincidiera con el 50 aniversario de la carrera de Bette Davis. La película se estrenó con un final desconcertante y los críticos no fueron amables al ver el atrevimiento de Disney por incursionar en el horror.
The Watcher in the Woods se retiró de los cines, Mary Poppins se reestrenó apresuradamente para llenar el vacío y un nuevo final fue filmado por un nuevo director: Vincent McEveety. Pero los reshoots significaron muchos retrasos debido a una huelga de Hollywood, y la cosa se complicó. Aunque fue un desastre en su época, hoy en día resulta fascinante aproximarse a esta peculiar producción de Disney que incluso cuenta con un remake de 2017 dirigido por Melissa Joan Hart y protagonizado por Anjelica Huston.
