El cineasta James Gunn es conocido por sus inteligentes selecciones de bandas sonoras utilizadas tanto en Guardianes de la Galaxia de 2014 como en Guardianes de la Galaxia Vol. 2 de 2017. Sus elecciones para su más reciente película, Guardianes de la Galaxia Vol. 3, son igual de perfectas, e incluso más eclécticas y pertinentes que en las obras previas.
Gunn no ha ocultado el hecho de que la música es realmente importante en el universo de los Guardianes; después de todo, es lo que conecta a Peter Quill (Chris Pratt), arrebatado de la Tierra cuando era niño, con su difunta madre (Laura Haddock) amante de la música a través de la "impresionante cinta sonora" que ella creó para que su hijo pudiera escucharlas en su Walkman -hasta que papá Ego (Kurt Russell) lo destruye cerca del final de la segunda película-.
En una entrevista con Vulture, Gunn explica que el uso de la música también estaba ahí por otra razón: para otorgar un trasfondo relevante a las historias de los personajes. Desde la primera escena, Gunn nos deja saber que el Vol. 3 es una película de Guardianes más oscura y profunda, recurriendo a la versión acústica y pesimista de "Creep" de Radiohead mientras Rocket (voz de Bradley Cooper) camina por Knowhere cantando: "¿Qué diablos estoy haciendo aquí? Yo no pertenezco aquí". Son letras que se aplican no solo a él, sino a todos sus compañeros Guardianes mientras intentan encontrar su lugar en el universo.
Sin embargo, el uso de la canción de la banda británica sugiere que Rocket es una criatura cuyo potencial creativo incrementa cuando entra en contacto con la música. En algunas escenas vemos cómo High Evolutionary (Chukwudi Iwuji) pasó algún tiempo con Rocket, educándolo con música y mostrándole el mundo tal como puede ser. Todos los animales sabían que High Evolutionary estaba trabajando en una sociedad perfecta, una Contra-Tierra, en la que habitarían las creaciones más perfectas, tanto inteligentes como estéticamente agradables.
Alrededor de ese tiempo, Rocket comenzó a cuestionar el mundo y a hacer sus propias observaciones. Quedó entusiasmado con los cohetes y el vuelo y, apoyado por la música, fue la única de las criaturas que exploró su sentido creativo e inventivo. High Evolutionary se sintió fascinado al ver que un pequeño mapache, su propia creación, lo superó cuando se trataba de "pensar más allá de la caja" e incluso ser capaz de inventar y crear tanto a nivel material como conceptual.