Uno para morir, la nueva producción de Paramount+, expone los peligros de guardar secretos en lo más profundo de tu ser por medio de un thriller narrando cómo siete personas son secuestradas y llevadas a una mansión donde se someterán a un juego mortal: 60 minutos para elegir quién es el integrante del grupo que no merece seguir respirando la miseria de este mundo.
La película se vale de una premisa dentro del suspenso que suele ser muy bien aprovechada para este tipo de producciones: todos están conectados por un turbio pasado. El elenco está encabezado por Manolo Cardona, también director; la española Maribel Verdú (la recordarán bien por ser la manzana de la discordia entre los charolastras en Y tu mamá también) y los mexicanos Carla Adell, Juan Carlos Remolina, Adriana Paz, Dagoberto Gama y Fernando Becerril.
Cardona está en su debut como realizador bajo un libreto que trabajó en colaboración con Julieta Steinberg, Gavo Amiel, basados en el guión La terminal, del español Frank Ariza, principalmente motivado por desarrollar cuáles son las motivaciones personales que orilla a los personajes a exponer sed de venganza en esta situación crítica. Curiosamente, el realizador dijo otorgar el beneficio de la duda a las personas y es adepto a creer en la gente pues cada uno vive un proceso distinto, según lo ha comentado en distintos medios latinos para promover su producción con Paramount+.
Desde este enfoque género-autor, Uno para morir extrae la vulnerabilidad psicológica de los personajes para jugar con los horrores que habitan dentro de los recuerdos del hombre, siendo una fórmula muy bien explorada en recientes éxitos como El juego del calamar y hasta Sonríe, con Sosie Bacon, un par de producciones donde el suspenso reside en los recuerdos y traumas de los personajes.
Tensión, angustia, desconfianza, intriga, plot twists y traiciones extraídas por medio de tres reglas al interior del juego: escoger a la víctima, si no lo hacen, todos mueren; nadie podrá ofrecerse en sacrificio y el elegido debe aceptar su destino. Parece que estamos a la deriva de una moraleja importante, la muerte no puede expiar los pecados del hombre ni de la sociedad. Podrán tener un elegido, pero la culpa los acompañará hasta que decidan cambiar su propio pasado, presente y solucionar el futuro. ¿Les suena la franquicia de Tobin Bell, Saw: El juego macabro? Nosotros también, sólo en versión latina y más enfocado al concepto de supervivencia, muy alejada del concepto gore.
Una obra para la gente enganchada con Yellowjackets, Dexter y hasta la franquicia de Scream. Ah, verdad, leyeron Ghostface y ya le tuvieron fe a Uno para morir. No los culpamos, en la vida hemos tenido la misma pregunta, ¿quién tendría que morir para salvar a los demás? ¿vale la pena? Suponemos que averiguarlo el 5 de mayo es la fecha límite. Pero todo con el toque y pluma de Cardona, un hombre que ha tenido como éxito el suspenso impreso en ¿Quién mató a Sara?, otra de sus producciones donde el misterio penetra en las más oscuras de tus decisiones.
Siempre es bien fácil exponer todo en la ficción, sin embargo, Uno para morir también puso a pensar muchísimo a Cardona. ¿Qué haría él si tuviera que vivir unos últimos 60 minutos de vida? Él, pensativo, respondió durante la promoción que estaría cerca de su familia y reírse todo lo que pueda cerca de la gente que adora. La película te hará la misma pregunta, ¿ustedes, cómo pasarían su última hora respirando en este mundo? De eso se trata el thriller psicológico, de retar al espectador en situaciones que podrían pasar en la vida real bajo cualquier circunstancia, no estamos diciendo que algún loco vaya a emular este juego, sino que uno nunca sabe cuándo será su último día en el planeta.
Recuerden, 5 de mayo en Paramount+. De hecho, en general, la productora promete un futuro espeluznante desde que Walter Hamada, nuevo director de la división de horror para esta compañía, asumió las riendas. Podrán detestarlo todo lo que quieran, pero su poca contribución al Snyderverse radicó en darle un toque oscuro al universo de superhéroes de DC. Recuerden que llevó a Zack Snyder, David Ayer y James Wan a su pool de directores, una terna reconocida en el universo macabro y de intriga.