Es difícil elegir cuál de las escenas de la nueva película Evil Dead: El despertar debería ganar el título de "más perturbadora". Están la horrible línea de "mamá con los gusanos", una aguja que se acerca demasiado a un globo ocular, y el delicioso brebaje de huevo de Ellie (Alyssa Sutherland). Sin embargo, hay un momento en particular que estremece: la escena del rallador de queso, en la que se ve cómo se usa brutalmente el utensilio de cocina cotidiano en la pierna de Beth (Lily Sullivan).
De hecho, el proceso de pensamiento del cineasta Lee Cronin para crear esta escena fue tan escalofriante como los fanáticos podrían pensar. "Es lo que me gusta llamar la escena de la pierna. Esos instrumentos [los ralladores de queso] siempre me han aterrorizado al momento de cocinar, porque al estar en contacto con ellos podrías perder algunos nudillos", señaló el director en entrevista para Empire. "Creo que todos nos hemos rozado los nudillos con un rallador de queso y hemos dicho, 'Oh Dios, imagina si eso fuera peor'".
Para Cronin, la lluvia de ideas para confeccionar una película de terror tan única no se hizo en un estudio u otro entorno profesional. Más bien, le llegó desde la comodidad de su hogar cuando una cierta amenaza global acechaba justo afuera de su puerta. Evil Dead: El despertar, que ya puedes disfrutar en las salas de Cinépolis y Cinemex, fue escrita por el cineasta y guionista irlandés en los primeros días de la pandemia de COVID-19, cuando el mundo se vio obligado a permanecer en cuarentena durante semanas.
Por lo tanto, si uno se preguntaba por qué tiene lugar en gran medida en la residencia de Ellie, esta es la razón. El también director de El bosque maldito usó su casa y su cocina como inspiración. "Escribí la película durante la primera ola de COVID-19 cuando el mundo entero estaba encerrado en sus hogares, con una fuerza maligna afuera de la puerta. No sabíamos qué era esto, así que pasé mucho tiempo simplemente mirando las trampas de la vida cotidiana".
Esto incluía pensar en cómo podría tener lugar una batalla demoníaca en lo que se supone es un lugar seguro, y también qué artículos domésticos podrían usarse en una batalla épica. Cronin, además de recurrir a una enorme cantidad de litros de sangre, sabía que quería tener una escena de pelea en la cocina de Ellie y se dio cuenta de que un rallador de queso, el utensilio de cocina que más teme, sería perfecto para incluir.