Pueden esperar todo de Beau tiene miedo, la tercera película de Ari Aster con su casa productora A24. ¿Qué pasa con este filme? ¿Por qué ha sido tan dividida la crítica? A lo largo de tres horas, Beau (Joaquin Phoenix) emprender un tortuoso viaje para reencontrarse con su mamá Mona Wassermann (Patti LuPone) luego de terribles noticias que le hicieron llegar hasta su domicilio en Nueva York. Una cinta que ya puedes ver en Cinemex y Cinépolis.
El plot twist prematuro transgrede al espectador
El primer acierto de A24 (Hereditary) y Aster, el tráiler. Cuando vimos el avance nos imaginamos una película sí bastante fuera de sus cabales pero el origen de los colaterales expuestos por el personaje de Phoenix. La cinta, en ese sentido, tiene un plot twist que llega a incomodar todo tipo de expectativas una vez entramos al conflicto de lleno, presentando el primer momento incómodo en el inconsciente del espectador acostumbrado a leer la trama en los avances, como sucedió con Super Mario Bros, la película.
El prólogo nos introduce a un personaje evidentemente trastornado y fuera de sus cabales, atormentado por una ola violenta que germinó de manera estrepitosa, causando que todo a su alrededor sea representado como un caos programado en bucle. Beau percibe cosas extremas por default. Su mente está totalmente enfocada a maximizar su vecindario por culpa de un factor que más adelante es revelado. Pero, para este momento, lo único que entiendes es que, quizá, tenga alguna enfermedad neurodegenerativa, ¿no?
Esa transgresión es muy bien transmitida por la actuación de Phoenix, un histrión ya acostumbrado a los personajes esquizofrénicos y con cierto nivel de trastorno en su vida ficticia,: lo amamos como Arthur Fleck en Joker, lo detestamos como Cómodo en Gladiador, ahora, es un espejo para el cinéfilo inmerso en Beau, y aquí reside el caos de Aster, permite que su actor entre a la psique del espectador para conducirlo a un viaje propio donde el raciocinio, duelo y la aceptación van de la mano.
Asimilar a protagonista con antagonista
¿Cómo? ¿Notaron cómo la llamada de su madre cambió su dinámica de forma inmediata? Desde aquí su mundo empieza a desmoronarse y Aster comienza a retroceder en el tiempo para responder los por qués del comportamiento errático e inseguro del personaje central. Sin soltar ninguna clase de spoiler, la personalidad de Beau resulta ser consecuencia de la sobreprotección, abuso y crianza de su madre, convirtiéndose de forma instantánea en un toma y daca entre protagonista y "antagonista".
El director de Midsommar, en ese sentido, tampoco impone el desagrado de su "villana", simplemente retrata el otro lado de la maternidad, el horror de criar, educar y darle las herramientas necesarias a un hijo para enfrentar la vida, una tendencia que se ha visto últimamente en el género de horror con cintas como Huesera, la propia Evil Dead: El despertar y próximamente con la nueva de Melissa Barrera, No descansarás.
En el estricto sentido del argumento, Beau tiene miedo permite una doble identificación: los hijos con "mommy issues", las madres sobreprotectoras que, con todo el derecho del mundo, crían a sus pequeños como ellas mismas van desarrollando el instinto. En este caso, encontramos indicios de abuso emocional y psicológico que derivan en la inseguridad y personalidad titubeante del protagonista, cuyo viaje le permite ingresar a una especie de terapia de regresión para identificar todos esos actos de manipulación disfrazados de amor.
Simbología y metáforas
No es un largometraje fácil de ver, mucho menos accesible para todo el público, en especial a todo aquel que ve el cine como un medio de entretenimiento, lo es para un nicho que encuentra al séptimo arte como el canal para transmitir toda clase de emociones. Así que entendemos cómo Martin Scorsese amó y dijo que esto "es cine". Aster jamás se ha visto intimidado por el nicho independiente ni las taquillas discretas, pero es un poco injusto para la gente que ha relacionado a Phoenix con películas para el disfrute universal. Encontrarán algo tedioso e incómodo para sus gustos.
Beau tiene miedo necesita de un cien por ciento de atención por los niveles metafóricos y simbología aplicada en todo el filme, desde las constantes referencias fálicas con las que Beau se encuentra, hasta la profesión de su madre como dueña de una farmaceutica y todas las menciones a la figura paterna para tratar de explicar quién realmente es el papá de Beau, la figura familiar que causa todo este tortuoso camino de disfunción y manipulación. Sin olvidar a la familia adoptiva de Beau, que funge prácticamente como un espejo qu refleja lo que habría pasado si él se queda a vivir con su madre en Wassermann.
Grata experiencia visual
Dentro de tanto dolor, Aster incluyó una puesta en escena magistral donde hace uso de la ilustración y el teatro para explicar la naturaleza de Beau, convirtiéndose en un conmovedor viaje que brinda mucho más contexto y pistas con rumbo al trágico final. Cine, teatro, pintura, tres bellas artes convergen en un lienzo bastante subversivo. Podría tomarse como un anticlímax que permite al público anhelar el desenlace.
Sin él, como varios colegas de otros medios han expuesto, el filme sería bastante tedioso y repetitivo. Agradeces que un bastidor grisáceo tenga una paleta de colores para resumir y dar más información respecto al personaje y sus motivos. Sin duda, podría ser la parte más aplaudida e innovadora para Aster, un director obsesionado con los contrastes y las decapitaciones.
Así es, horroheads, Beau tiene miedo vuelve a usar la decapitación que le habíamos conocido en Hereditary y Midsommar, pero aquí se usa como doble connotación. Ver al sujeto sin cabeza representa los altos índices manipulatorios de la madre y la forma en la que Beau goza de nula autonomía en su edad adulta, donde el sexo, el amor, la pareja, el sueño, la amistad y la vida es sólo un estado irreal que su mente no puede procesar.
Confronta madres e hijos
El plausible desenlace, que no se los vamos a arruinar, nos dejó una conclusión certera: dejar el nido es la mejor decisión que cualquier ser humano podría tomar por salud propia y familiar. Beau tiene miedo enseña que por más que creas que la relación con tu madre es perfecta, debes cuestionar cada movimiento amoroso sobre ti. Y si eres víctima de mommy issues, Aster ha dibujado un mapa donde aún es posible encontrar un tesoro: la paz interna.
Mamás, ustedes encontrarán y decidirán el verdadero actor de amor por los niños que salieron de su vientre y entenderán que hay estragos causados por la sobreprotección, no porque el bebé se haya caído de chiquito. En este sentido estricto, el epílogo encuentra una interesante respuesta en el prólogo. ¿Listos para desestabilizar tu aparente felicidad con esta película? Apostamos que saldrán de la sala diciendo, "mamá, te amo, pero cada quien en su casa".