Con su cabellera rubia cayendo en cascada más allá de su cintura, un vestido brillante de Lanvin, guantes con incrustaciones de cristal y esos enormes ojos, las características físicas de Anya Taylor-Joy la convertían en la preferida de la audiencia para convertirse en una nueva princesa de Disney en los relatos live-action de Rapunzel o Frozen. Sin embargo, antes de convertirse en una princesa de cuento de hadas, la actriz de El menú y El misterio de Soho presta su voz a una princesa que promueve el liderazgo y empoderamiento femenino.
Taylor-Joy, quien nunca se ha sentido como una "típica princesa", interpreta a Peach en Super Mario Bros: La película, animación que se basa en la popular serie de videojuegos de Nintendo que, en tan sólo una semana en cartelera, ha logrado romper 6 récords que seguramente la impulsarán a ser una de las más taquilleras de 2023.
"No quería ser la princesa, no quería ser el caballero, ¡quería ser el dragón!", confiesa la joven de 26 años en una entrevista para la publicación inglesa The Independent. Específicamente, según su biografía de Instagram, se identifica a sí misma como una "rareza espacial de Dragicorn”. ¿Qué es un dragicornio? "Siempre quise ser un dragón y un unicornio juntos. Es una criatura de aspecto realmente genial, bastante aterrador, pero de una manera realmente hermosa".
La estrella de Gambito de dama ciertamente se siente como en casa sentada en un hongo mágico con un extenso arcoíris como telón de fondo brindándole apoyo a Mario (Chris Pratt) en su entrenamiento para intentar salvar a su hermano Luigi (Charlie Day). La fantasía, confiesa, siempre ha sido su lugar preferido. Su vida encantada se lee como un cuento de hadas moderno. La menor de seis hermanos, nació en Miami, se crió en Argentina, se educó de forma privada en Londres y fue descubierta por la fundadora de modelos de Storm Management, Sarah Doukas, a los 17 años mientras paseaba a su perro frente a Harrods.
A los 19, la actriz que aprendió inglés viendo las películas de su compañero Jack Black, consiguió su primer papel en La bruja, el drama familiar con elementos de terror religioso sobrenatural ambientado en Nueva Inglaterra dirigido por Robert Eggers. Pero no se llega tan lejos, tan joven, sin determinación. Y cuando Anya enumera las cualidades que admira de la princesa Peach, que para nada es una "damisela en apuros", podría estar enumerando las suyas.
"Es increíblemente amable, generosa y leal, pero muy firme, muy protectora y muy dura. Muy, muy disciplinada. Tiene la vista puesta en lo que quiere y no se detendrá hasta conseguirlo". Incluso, Taylor-Joy ha comparado a Peach con otro de sus personajes, Furiosa, a quien veremos en la precuela de Mad Max: Furia en el camino de George Miller.