Menospreciado por muchos por su habitual inclinación hacia la comedia, pero con un espectro muy amplio de interpretación actoral (evidenciado en las magníficas Embriagado de amor de Paul Thomas Anderson y Uncut Gems de los hermanos Benny Safdie y Josh Safdie), Adam Sandler está de regreso en Misterio a la vista, disponible en Netflix, donde ofrece algunas notables secuencias de acción en las que él mismo participó sin la necesidad de dobles.
Pero esta actitud comprometida y arriesgada con su nueva película desembocó en algunas molestias físicas. Sandler se sometió a una cirugía de reemplazo de cadera poco después de que él y su compañera, Jennifer Aniston, terminaron el rodaje de la secuela de Misterio a bordo.
"Mi maldita cadera, tuve que cambiar eso al final de la película", reveló el actor de Un papá genial y Son como niños en entrevista para Variety. "Había estado haciendo tantas películas seguidas. Hice Spaceman y estuve colgando del arnés todo el tiempo. A partir de ahí me di cuenta que estaba en problemas, que algo estaba pasando con mi cadera".
Aunque el director de Misterio a la vista, Jeremy Garelick, describió parte del trabajo de Sandler como "cosas al estilo Tom Cruise", el hombre divertido insiste en que no está buscando un papel en la franquicia de Misión: Imposible. "Todo da miedo a los 56 años”, dijo Sandler. "Nunca sabes de qué diablos te vas a levantar. Soy lento, hombre. Me duele el cuerpo. Jennifer está en buena forma. No pensé que necesitaba ponerme en forma antes de la película".
Aunque Sandler elogió a Aniston por estar en "buena forma", la estrella de Friends y The Morning Show dijo que se lastimó durante su último día de rodaje. "Tuve una lesión en la espalda hace unos tres años y me enojé mucho cuando estaba en el arnés", declaró la actriz. “Fue literalmente lo último que hice. Fue una de esas cosas en las que te despiertas al día siguiente o dos días después y dices: 'Vaya, esto se puso feo'".