No importa si eres una estrella mundial de la talla de Liam Neeson, en ocasiones el amor puede interponerse en decisiones laborales. Por muy extraño que parezca, el protagonista de Sombras de un crimen tuvo que rechazar una película de acción que pudo haber catapultado su carrera a niveles inimaginables, incluso superando a Búsqueda implacable.
En entrevista con la revista Rolling Stone, el antiguo maestro Jedi en Star Wars: La amenaza fantasma, confesó que su esposa, Natasha Richardson, le puso una sola condición para casarse: rechazar el papel de James Bond en la icónica franquicia de 007, algo que -por supuesto- terminó aceptando.
“Había salido La lista de Schindler y Bárbara Broccoli (productora) me había llamado un par de veces para preguntarme si estaba interesado, y le dije: 'Sí, me interesaría'. Y luego, mi encantadora esposa, Dios la tenga en su gloria, me dijo mientras rodábamos Nell en las Carolinas”, recordó Neeson al recordar a su difunta esposa.
'Liam, quiero decirte algo: si interpretas a James Bond, no nos casaremos'.
En palabras del propio Neeson, “ella me dio un ultimátum de James Bond”. A pesar de esta situación, el veterano actor irlandés confesó que esto lo tomó con cierta ligereza y claro, no aceptó la propuesta de convertirse en James Bond, pero esto no le impidió burlarse de su esposa, pues cada que podía, la acechaba a sus espaldas y simulaba una pistola con sus manos, mientras cantaba el tema musical de 007.
La trágica muerte de Natasha Richardson fue uno de los casos más sonados y polémicos en su momento, pues se encontraba esquiando en Quebec, Canadá, cuando sufrió una caída y se golpeó la cabeza (no llevaba casco). Y aunque en un principio no parecía una lesión crítica, pues rechazó un tratamiento médico, al poco tiempo comenzó a padecer de dolores en su cabeza hasta que fue internada en un hospital de Nueva York; después entró en coma y tristemente perdió la vida por un hematoma epidural: acumulación de sangre entre el cerebro y el cráneo.