Alfonso Herrera habló con El País sobre su más reciente trabajo en ¡Que Viva México!, uno de los estrenos más recientes que ya puede verse en todos los Cinemex y Cinépolis de México. Con un elenco conformado por Damián Alcázar (que interpreta a más de un personaje), Joaquín Cosío y Ana de la Reguera, la cinta ha causado controversia en redes sociales por su visión política del gobierno actual. Además de hablar de su participación en la película de Luis Estrada, Poncho reveló algunos detalles sobre su pasado en Rebelde y los momentos que lo marcaron.
Luego del anuncio del regreso de RBD después de 15 años de ausencia, se dio a conocer que el actor de Sense8 no regresaría a cantar a los escenarios por cuestiones personales y laborales. Durante la entrevista con el periódico, Alfonso respondió directamente a la pregunta del por qué decidió no formar parte del esperado reencuentro junto Anahí, Dulce María, Maite Perroni, Christian Chávez y Christopher Uckermann que comenzará a mediados de este año.
"Porque estoy muy feliz con los proyectos que tengo en este momento y dónde tengo la energía en este momento", fue la respuesta que dio el actor de La dictadura perfecta. En el encuentro, Poncho negó rotundamente una versión en medios de comunicación que apuntaba a que había pedido una absurda cantidad de dinero a cambio de volver a ponerse el uniforme del Elite Way School. Asimismo, aprovechó el momento para hablar de uno de los momentos que lo dejó marcado cuando tres mujeres murieron en una firma de autógrafos que se salió de control en Brasil.
"Hasta la fecha sigo teniendo un poco de miedo cuando voy a un lugar donde hay mucha gente", admitió Poncho sobre las secuelas del terrible incidente. Además, el actor mencionó que no tuvieron ningún tipo de apoyo psicológico para superar la tragedia, por lo que tuvieron que apoyarse entre ellos mismos. Unos años después, los integrantes de RBD visitaron a la familia de las víctimas en Brasil. Hasta la fecha, Poncho no ha podido dar vuelta a la página por completo debido a que el incidente lo marcó de forma muy profunda.
Una revelación más del protagonista de El elegido fue que recuerda de forma bastante dura y nada justa su época en Rebelde, ya que él y sus compañeros firmaron un contrato donde cedieron los derechos de sus personajes para la venta de mercancía de todo tipo de la que no recibieron una remuneración adecuada a cambio. "La televisora dueña de este proyecto no fue justa (...) hicimos un Coliseo de Los Ángeles con 63,000 personas, por ejemplo, y a mí me pagaron 18,000 pesos por aquello", dijo Poncho sobre una de las ocasiones en las que no obtuvo un pago razonable.