Lo maravilloso del séptimo es la forma en la que cada artista plasma su creatividad con historias originales o bien, tomando inspiración en algunas clásicos porque sí, se vale, el propio Guillermo del Toro lo hizo con La forma del agua y El monstruo de la laguna negra y esto no significa que se estén robando ideas. Algo similar acaba de suceder con el Oso intoxicado de Elizabeth Banks, pues está basado en… ¿Jurassic Park de Steven Spielberg?
Por supuesto el clásico noventero no tiene una sola pizca de drogas en su historia, todo lo contrario a la cinta protagonizada por Alden Ehrenreich y Keri Russell, pues el combustible narrativo toma vuelo cuando un oso consumió alrededor de 30 kilos de cocaína en 1985 cuando una avioneta que llevaba cargamento ilegal se estrelló en el Bosque Nacional Chattahoochee, Georgia.
Universal Pictures
Y para todo esto, ¿en qué parte entra la idea que dinosaurios gigantes fueron los culpables de la nueva apuesta cinematográfica que puedes ver en salas de Cinépolis y Cinemex? Es muy sencillo, de hecho la propia actriz y directora responsable de títulos como Dando la nota: Aún más alto y Los ángeles de Charlie, lo explicó en entrevista con Entertainment Weekly.
"Otro punto de contacto para mí fue Jurassic Park", mencionó Elizabeth Banks. "Cuando aparecen por primera vez los dinosaurios no queda más que sorprenderse, pero luego esa maravilla se convierte en miedo. Para mí, los osos no son intrínsecamente aterradores, por lo que tuvimos que crear ese escenario al principio de la película donde es maravilloso ver un oso en la naturaleza, pero no quieres que se acerque", aludiendo al sentimiento de horror que la directora tuvo cuando vio otros al T-Rex y compañía.
En esencia es imposible comparar la ferocidad de un oso por muy grande que sea, con la de un dinosaurio, motivo por el que Banks tuvo que recurrir a la historia del mencionado carnívoro que terminó inhalando cocaína en la vida real. Si esto lo trasladamos a la pantalla grande, sí termina por generar un gran impacto, por ello los dinos fueron responsables (en cierta medida), pues Elizabeth quiso acercarse al sello de Steven Spielberg.
