Billy Batson (Zachary Levi) y su familia Marvel ha vuelto de la mano del director David F. Sandberg para continuar su viaje por ¡Shazam! La furia de los dioses, una película donde nuestro grupo de irreverentes campeones debe derrocar la llegada a la tierra de las hijas de Atlas, Anthea (Rachel Zegler), Kalypso (Lucy Liu) y Hespera (Helen Mirren), quienes se erigen como una triple amenaza con tal de recuperar una antigua arma capaz de destruir la tierra. Y lo podrán descubrir desde ya en salas de Cinemex y Cinépolis.
¿Vale la pena? ¿Supera la primera ¡Shazam!? ¿Seguirá Levi como intérprete del campeón de los dioses? ¿Hay cameos? Todas esas respuestas te las daremos sin ningún spoiler, lo prometemos. De entrada, sí deben ver la primera parte que podrán encontrar en HBO Max, también hogar de The Batman y todo el universo DC, para comprender quién es quién en la familia campeona, recordar cómo Billy obtuvo sus poderes y todos los easter eggs en su guarida.
Una historia original, pero no sólida al cien por ciento
Sandberg tuvo la idea de asomarse al universo de The New 52, uno supervisado por Geoff Johns y Jim Lee, pero no encontró suficientes argumentos para continuar la historia de su superhéroe. Tomó la estética de ese universo DC, un trasfondo de la editorial y exploró la mitología griega para tener un guion que no encontrarán en ninguna historieta. Aquí le damos el mérito por el riesgo de hacer una película para toda la familia y sin necesidad de ser un comiquero ávido.
Desafortunadamente, el filme empieza con un ritmo repetitivo, secuencias predecibles, bromas gastadas, conflictos tediosos y cansados. Debemos esperar una hora para que las villanas del filme transmitan verdadero peligro e incentiven a los protagonistas a madurar para detener la catástrofe. Un último acto emocionante, con un cameo importante y absurdo comercial que salvan parcialmente a ¡Shazam! La furia de los dioses de un feo desplome.
Regular evolución de la familia ¡Shazam!
Sandberg y el productor Peter Safran, nuevo mandamás del DCU junto a James Gunn, trabajaron muy bien el crecimiento psicológico del protagonista. Billy Batson, un niño traumado por el abandono de su madre, encuentra su verdadero propósito en el mundo y la razón por la que el mago (Djimon Hounsou) lo convirtió en el campeón capaz de detener a Teth-Adam (Dwayne Johnson) y las amenazas mundiales.
Al mismo tiempo, su liderazgo contagia al resto de sus hermanos adoptivos para usar sus poderes para proteger a la familia y al bien común, sin olvidar que, siendo niños y adolescentes, aún pueden divertirse, sufrir, amar y tener una vida común y corriente como todo chico de su edad. Lo malo es que tantos personajes orillan al director a resolver subtramas, anular o prolongar de forma desequilibrada. Es decir, Pedro Peña (Jovan Armand ) y Freddy Freeman (Jack Dylan Grazer ) son los únicos que tuvieron un desarrollo que no alcanzó para sus otros hermanos.
Villanas con elenco desaprovechado
Las hijas de Atlas realmente son una adición que hacen gala de la gran imaginación de Sandberg, pues utilizó a uno de los mayores enemigos de Superman (Henry Cavill), el gran Atlas, para introducir a sus hijas al canon. Su presencia en la tierra realmente es mediocre, causando que su conflicto con la familia ¡Shazam! sea del mismo corte. Nunca evocan suficiente maldad como sí lo hizo Thadeus Sivana (Mark Strong) y sus siete pecados capitales.
Y qué lástima, porque Helen Mirren y Lucy Liu son titánicas de la actuación, hicieron lo suyo, sin embargo, el libreto les quedó corto, algo que no le pasó al a joven Zegler, cuya edad fue suficiente pretexto para salvar su presencia con una subtrama misericorde y romántica. Les apostamos que en ningún momento, Kalypso y Hespera causan animadversión. En este caso, tache tremendo para la producción. De hecho, las criaturas mitológicas que ayudan a la trinidad malvada son mil veces más horripilantes y buenos que ellas. Aquí sí me parece gran acierto.
Cameo confuso y escenas postcréditos innecesarias
Para todos los que se preguntan si hay presencia de otros personajes de DC, sí, hay un cameo interesante de los actores que formaron parte del Snyderverse, sin embargo, esta vez sí es completo y el actor aceptó de muy buena manera hacerlo. Lo único malo es que su presencia deja muchas preguntas sin responder, ¿es a caso una confirmación de su continuidad? ¿James Gunn lo mantendrá en el DCU? ¿De igual forma a Zachary Levi como Shazam?
Este fin de semana se especulará de todo y el director de Peacemaker tendrá que aclarar cuál es la razón por la que Sandberg se la jugó a hacer mantener esta referencia. De igual forma, Shazam! La furia de los dioses agregó dos escenas postcréditos que, aparentemente, son realmente innecesarias, como ya lo es para la mitología DC Black Adam, de Juan Antonio Bayona.
La primera escena póstuma es con personajes conocidos en el Gunnverse, debutantes en El escuadrón suicida, tiene ese tinte de sólo jugar con nosotros, porque hace referencia directamente a un grupo de superhéroes que por ahora ya está totalmente descartado en los planes de James Gunn, entonces, ¿para qué mantenerla? ¿Simple nostalgia y emoción al espectador? Sin embargo, aplauso ensordecedor por burlarse de Los vengadores de Marvel.
La segunda nos lleva de regreso a una prisión y, también, nos hace volvar la imaginación en el universo Shazam, pues evoca la inminente llegada de un grupo de malvados villanos de la familia Marvel, y para que esto ocurra Safran y Gunn tendrían que autorizar una tercera parte de Shazam! Como podrán ver, sólo hay dos vertientes para la continuidad de Batson: ponerlo a pelear contra Teth-Adam o contra una liga de súpervillanos monstruosos.
Vienen semanas emocionantes para el futuro del DCU, porque los fans emitirán muchas preguntas para obtener respuestas. Mientras tanto podemos decir que Shazam! La furia de los dioses es una secuela irregular, desaprovechada; que entretiene simplemente con el humor y la presencia de Zachary Levi, y el rescate desesperado en el tercer acto (muy a pesar del forzado comercial a Skittles).