Señoras y señores, se acabó The Last of Us por HBO Max. Y tenemos la misma sensación que cuando finalizó House of the Dragon el año pasado. Uno de los éxitos de este show inspirado en el juego de Neil Druckmann para PlayStation fue haber elegido a Pedro Pascal y Bella Ramsey como protagonistas de la serie adaptada por el productor de Chernobyl, Craig Mazin.
Como vieron en el desenlace del capítulo nueve, Joel y Ellie escaparon de las instalaciones de las luciérnagas donde Marlene (Merle Dandridge) pretendía cumplir con la última voluntad de Anna (Ashley Johnson) y la propia Ellie para poder usar su cuerpo y sangre para conseguir una vacuna que logre salvar a la humanidad de los estragos del Cordyceps. Después, emprenden su camino lejos de esos terrenos para evitar ser perseguidos.
Es el final perfecto para llevarnos directamente a The Last of Us Parte 2, también de Druckmann, sin embargo, hay un detalle que impediría a ambos actores estelares volver a sus papeles en la secuela. Sucede que la segunda parte del juego inicia cuatro años después de donde nos dejaron en el primer título y la temporada uno. Ramsey, al saber un poco del resto de la historia, piensa que es mucha violencia para ella.
"Fue un proceso de duelo. Cuando llegaba a casa, encontré mucha dificultad en volver a ser Bella y hablar con mi acento británico", dijo a W. Pese a que la adaptación no tuvo tanta violencia explícita como en el título virtual, The Last of Us temporada dos espera incrementar los índices de transgresión debido a la propia naturaleza de evolución de Ellie, quien emprenderá un camino lleno de rabia y venganza.
De hecho ya existe una campaña de fans que piden que la segunda parte de HBO Max ya no sea adaptada por el inminente destino que le espera a algunos de los personajes protagónicos. Como verán, la gente ya está muy comprometida con la relación entre Pedro y Bella. Y sería una lástima que nos dejaran sin ese complemento, es como si Mando y Baby Yoda se separara en The Mandalorian.