Guerreros intrépidos, los mandalorianos encarnan los ideales de la sociedad militar unidos por el honor y el credo. Como era de esperar, los guerreros espaciales evocan reminiscencias de varias culturas guerreras a lo largo de la historia de la humanidad, incluyendo espartanos, celtas y vikingos. Así que, aprovechando el reciente lanzamiento de la temporada 3 de The Mandalorian en Disney Plus (plataforma en la que puedes disfrutar otras series del universo Star Wars como El libro de Boba Fett, Obi Wan Kenobi, Andor y The Bad Batch), revisamos algunas de estas influencias y referencias.
La primera referencia en la serie desarrollada por Jon Favreau son los espartanos. De hecho, su educación estoica y militar a menudo sirve como un epítome del espíritu guerrero y se ajusta a la forma mandaloriana de criar a los niños. Además, el icónico casco con visera en T tiene cierto parecido estético con los cascos de estilo corintio y ático usados por los espartanos.
A diferencia de los espartanos (y los soldados clon imperiales), los mandalorianos, incluyendo el personaje protagónico de Pedro Pascal, no son propensos a trabajar como una unidad de combate perfecta en un campo de batalla. En cambio, la cultura Mando promueve soldados motivados que no dependen mucho de las instrucciones y direcciones de un comando y, en cambio, operan de manera efectiva por su cuenta o como parte de un pequeño grupo de combatientes bajo la dirección improvisada de los más experimentados y talentosos.
Walt Disney Studios
Otro pueblo guerrero a menudo relacionado con los mandalorianos como prototipo son los escandinavos de la Alta Edad Media, comúnmente conocidos como los vikingos. Recientemente la película El hombre del norte de Robbert Eggers nos permitió vislumbrar, desde la ficción, muchas de sus antiguas prácticas y rituales asociados a la guerra. Su estilo de vida nómada con actitud religiosa hacia las armas y las batallas los convirtieron en uno de los grupos más temidos.
Lo que realmente contribuye al argumento de que los mandalorianos son vikingos espaciales es el énfasis en su brutal efectividad en el campo de batalla, la igualdad de género dentro del grupo y la imagen general de ellos como personas ligeramente anárquicas con el desinterés general en crear una organización de pleno derecho. Al igual que los vikingos, los mandalorianos se centraron en expandir y controlar una gran cantidad de espacio a través de la invasión militar, pero también en la capacidad de comerciar y comunicarse con otras culturas.
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Seguramente habría sido una tarea abrumadora llegar al fondo del origen cultural de los mandalorianos si no hubiera sido por una persona en particular: Karen Traviss. Aunque no contó con la plena aprobación de George Lucas, a principios de la década de 2000, a Traviss se le encomendó la misión de desarrollar un idioma mandaloriano completamente funcional, Mando'a, así como escribir novelas que exploraran el universo de Star Wars.
En ese momento, la identidad grupal de los mandalorianos todavía era un concepto subdesarrollado, por lo que Traviss trajo consigo la cultura celta que encajaba con los guerreros espaciales: mercenarios nómadas, con una estructura social descentralizada basada en clanes y un énfasis en el honorable estilo de vida guerrero. En 2008, Traviss publicó en su blog personal un comentario detallado sobre las raíces celtas de la cultura mandaloriana (por desgracia, actualmente solo está disponible como una reimpresión en la revista Celtic Nations).
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De allí aprendemos que aunque Mando'a como idioma no tiene raíces lingüísticas en los idiomas celtas per se, su significado para la cultura mandaloriana es sorprendentemente similar a lo que significaba un idioma común para los celtas, junto con el credo guerrero y la estructura del clan, era el elemento básico de su identidad. Los mandalorianos, al ser un grupo multirracial, preservaron su identidad a través del idioma y el código de vida: la importancia de hablar Mando'a y seguir el camino de Mandalore.
