¿Quién no ha visto Friends por lo menos una vez en sus vidas? Sean fans de la sitcom o no, es innegable el éxito que tuvo la serie durante su transmisión, así como el impacto cultural y su posición como clásico de la comedia televisiva. La serie lanzó a lo grande la carrera de Jennifer Aniston y David Schwimmer, al igual que la de los demás integrantes del elenco.
Los fanáticos del programa sueñan con visitar el Central Perk o la esquina del edificio de departamentos en Nueva York donde también vivían Joey Tribbiani (Matt LeBlanc), Monica Geller (Courtney Cox) y Chandler Bing (Matthew Perry). Pero la sensación iba más allá de sus espectadores y también invadió a los actores de Hollywood, pues a lo largo de las 10 temporadas vimos un desfile de participaciones de grandes celebridades del mundo actoral y la industria musical.
Sting, Paul Rudd, Isabella Rossellini y Brad Pitt fueron algunas de las personalidades que se dieron una vuelta por el set de Friends, pero quizás una de las más recordadas es Reese Witherspoon, que interpretó a Jill, la hermana de Rachel. Sin embargo, aunque la actriz estaba sumamente emocionada por ser parte del hit televisivo, también tenía mucho miedo de que su actuación resultara en un desastre total.
La ganadora del Oscar por Johnny y June: pasión y locura, comentó durante su presentación en Late Night with Seth Meyers que todavía recuerda los diálogos de su personaje y que estaba asombrada de encontrarse en la famosa cafetería y escuchar a Joey decir "How you doin'?". "Estaba aterrorizada. Me sentía fuera de mí misma. Mi cuerpo estaba ahí y mi cabeza y mente estaban en otro lugar".
Warner Bros.
También mencionó cómo su coprotagonista en The Morning Show la ayudó a tranquilizarse: "Aniston fue muy dulce conmigo. Ella me decía 'A ellos no les importa si te equivocas en algo, de hecho les gusta más cuando te sucede'". ¿Se imaginan la presión de integrarse a un grupo de actores que prácticamente ya eran familia? Después de muchos años de trayectoria, la actriz lo superó y seguramente ahora nadie la intimida; mucho menos Ashton Kutcher, su interés romántico en la nueva cinta Tu casa o la mía.
