The Last of Us es un relato sobre el hongo Cordyceps que muta y convierte a gran parte de la población mundial en zombis, lo que resulta en un colapso social. ¿Puede un hongo realmente hacer eso? Sólo en insectos, no en humanos, pero eso no importa en el plano de la ficción; tanto los creadores Craig Mazin y Neil Druckmann, así como el público, consideran que es una buena historia y estamos dispuestos a aceptarla.
Pero hay otras partes de la historia que algunas personas encuentran más difíciles de aceptar. Por ejemplo, en el episodio 3 de la serie de HBO, titulado "Long, Long Time" en honor a la canción de Linda Ronstadt, los personajes principales (interpretados por Pedro Pascal y Bella Ramsey) escapan de la ciudad en ruinas de Boston para encontrarse con un amigo que vive en el pequeño pueblo de Lincoln, Massachusetts. En su camino, atraviesan un paisaje montañoso que, según nos dicen, está a "10 millas al oeste de Boston", es decir, alrededor de 16 kilómetros de distancia.
HBO Max
Si bien esta parte de The Last of Us se desarrolla en el noreste, la mayor parte del programa se filmó en Canadá, con Alberta como base de operaciones. La gente del noreste de los Estados Unidos se apresuró a señalar que el área que Ellie y Joel estaban atravesando no se parece en nada a lo que en realidad está a 10 millas al oeste de Boston. El espectador más famoso en señalar este error fue el escritor Stephen King, que vive en Maine y sitúa allí muchas de sus historias. "¿De verdad quieres decirme que está a 10 millas al oeste de Boston?", preguntó.
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A pesar de señalar ese detalle geográfico que se le escapó a la producción, el autor de El resplandor, It y Carrie (que han recibido adaptaciones cinematográficas) reconoció que disfrutó de la historia de amor entre Bill (Nick Offerman) y Frank (Murray Bartlett), pero de acuerdo con una publicación de Variety, el sitio Boston.com calificó el episodio como "una burla de la geografía del área de Boston".
Al final del día, la representación fantasiosa de la naturaleza salvaje de Massachusetts no hace mucho daño. Es interesante cómo con series como The Last of Us, las personas están dispuestas a aceptar ideas como un hongo que corrompe y controla el cerebro humano, pero se desaniman por la inexactitud geográfica.