Los Fabelman, la nueva película de Steven Spielberg (que ya puedes disfrutar en Cinépolis y Cinemex junto a otras propuestas como Winnie Pooh: Miel y sangre, Corsage: La emperatriz rebelde y Babylon), incluye un increíble cameo de un fantástico cineasta que aparece interpretando a otro cineasta famoso.
La película es una mirada autobiográfica a la juventud del director de E.T. el extraterrestre y Tiburón que aborda su descubrimiento del cine, el divorcio de sus padres (interpretados por Paul Dano y Michelle Williams) y los problemas de juventud. Spielberg logra desdibujar la línea entre la realidad y la ficción, destacando el poder del cine como una forma de proporcionar perspectiva y control.
En uno de los mejores momentos de la película, Sammy Fabelman (Gabriel LaBelle) comienza un trabajo con el productor de Hogan's Heroes, quien lo lleva al otro lado del pasillo para conocer al "mejor director de la historia". Mientras espera el encuentro, Sammy observa que los carteles que adornan las paredes de la sala son de las películas de John Ford, a las que se hace referencia con frecuencia en Los Fabelman, como ¡Qué verde era mi valle!.
Ford, interpretado por David Lynch, entra con un parche en el ojo, cigarro y marcas de besos en la cara, y se dirige directamente a su oficina. La secretaria lo sigue apresuradamente con una caja de pañuelos antes de decirle a Sammy que tiene un minuto para hablar con él. Cuando Sammy le dice que quiere ser cineasta, Ford responde, bastante serio: "¿Por qué? Este negocio te destrozará".
Spielberg confirma que los detalles de este encuentro son, en su mayor parte, precisos. John Ford era uno de sus cineastas favoritos, y continuamente vuelve a ver sus películas, incluyendo Las uvas de la ira y Más corazón que odio. Cuando lo conoció, Spielberg señala que Ford lo hizo pararse frente a las pinturas de temática western y le dijo: "Cuando eres capaz de distinguir el arte del horizonte en la parte inferior de un marco o en la parte superior de un marco, pero sin pasar directamente por el centro entonces puedes ser un gran creador de imágenes".
Tener a John Ford interpretado por otro destacado cineasta (el autor de Cabeza de borrador y Mulholland Drive) solidifica el poderoso discurso de Spielberg en torno a las posibilidades de la ficción para narrar la realidad. Cuando Sammy sale de la oficina y comienzan a aparecer los créditos, es evidente que Spielberg, uno de los directores más famosos de nuestro tiempo, le ha contado a la audiencia con sus propias palabras e imágenes cómo comenzó en el negocio.