La fiebre de The Last of Us está llegando por todas partes. Las calles de la Ciudad de México, Madrid y muchas capitales del mundo exhiben los estragos del hongo Cordyceps, cuya cura intentarán encontrar Joel (Pedro Pascal) y Ellie (Bella Ramsey) cruzando todo Estados Unidos hasta dar con científicos, parte de las luciérnagas, que buscarían en la sangre de la chica algún indicio de salvación, incluido Google.
Previo al estreno del capítulo dos en HBO Max, Google contrajo el Cordyceps en sus servidores. Como es usual que la gente esté buscando información de los actores, entre ellos Anna Torv, Gabriel Luna; el creador Craig Mazin (Chernobyl) y Neil Druckmann, desarrollador del videojuego original para PlayStation y lanzado en 2013, el buscador convirtió sus resultados en un foco de contagio.
Si ustedes buscan en celular, tablet o computadora algo relacionado con The Last of Us, un botón con un hongo en su interior se implementará en la parte inferior de su pantalla. Tendrán que darle click para ver que pasa, ¿no? Cada click significa el avance del Cordyceps una vez que se apodera de la anatomía del huesped, empezando por simples ramificaciones hasta expandirse de forma invasiva.
Las primeras ramitas desplegadas son iguales a las que el opening, inspirado a leguas en las secuencias de Game of Thrones y House of The Dragon, musicalizado por el maestrazo Gustavo Santaolalla, después empiezan a crecer más estructuras en formas de setas. O sea que si se traban con tanto click en el botón llegará el momento en que su pantalla esté completamente invadida y no alcancen a vez nada en su buscador.
Con esto confirmamos que lo que está ocurriendo con The Last of Us es único en su clase, ni siquiera la obra de George R.R. Martin tuvo esa clase de activaciones digitales. Y no hablamos del doodle, sino de todo el buscador en general. Todo parece indicar que HBO Max ha demostrado que la maldición de los videojuegos y sus malas adaptaciones sólo es pretexto para malos libretos, como los de Netflix con Resident Evil, por mencionar un ejemplo malo.