Spoiler alert para todos los que no han visto el episodio dos de The Last of Us, y advertidos están, porque vamos a hablar de lo que pasó durante la incursión de Joel (Pedro Pascal), Ellie (Bella Ramsey) y Tess (Anna Torv) al museo de historia y ciencia de Wyoming, donde se topan por primera vez con un par de espeluznantes criaturas cuyo nombre jamás se menciona en la serie de Craig Mazin.
En el juego desarrollado por Neil Druckmann, director del mismo segundo capítulo, el trío huye despavoridamente de un comando de soldados FEDRA, sin embargo, en el camino se topan con personas infectas por Cordyceps, cuya agresividad fue suficiente para alcanzar a morder el cuello de Tess. Y como recordarán, si los infectados muerden de la yugular a la parte posterior, el contagio es cuestión de horas.
Tess pide a Joel completar la misión de encontrar la cura con ayuda de Ellie. Recuerden que su sangre parece tener anticuerpos contra el hongo. Carga una pistola y una vez que los militares ingresan bate a dos a tiros, sin embargo, el soldado la ultimó, cumpliendo con el objetivo de ayudar a sus amigos y morir ates de convertirse en una espeluznante corredora, la primera etapa de la infección que conocimos desde el episodio uno, donde Sarah (Nico Parker) fallece.
La magia de la televisión es aquí donde hizo lo suyo: a comparación de otros títulos como Resident Evil, Mortal Kombat u otras adaptaciones de videojuego, el libreto de The Last of Us mejora, por mucho, la narrativa de la ficción virtual. Si somos sinceros, la muerte de Tess en PlayStation es un cliché tremendo del cine de acción estadunidense. ¿Cuántas veces no hemos visto el sacrificio del integrante que ya no tiene escapatoria? Ahí está Tom Hanks en Salvando al soldado Ryan.
En la serie de HBO Max, hogar de House of the Dragon, Tess sí decide sacrificarse por sus amigos, pero lo hace más dramático al rociar todo el lugar con gasolina, pólvora y cualquier líquido flamable para volar en mil pedazos el lugar. Antes de cumplir su cometido, Druckmann y Mazin nos enseñaron más de la naturaleza del Cordyceps por medio de su infección en curso por todo su cuerpo.
Una vez es detectada por los corredores, uno de ellos se acerca y la besa con sus tentáculos para propagar mucho más rápido el hongo en su torrente sanguíneo, acelerando la transformación física en una corredora. Cero tiene motivos de reproducción, pues recordemos que la forma de propagación es por simple mordida o las tan esperadas esporas que aún no sabemos si serán parte del arco narrativo.
Después, el mechero hace añicos el lugar. Naughty Dog aprovechó ese encendedor para hacer un crossover con Uncharted: Fuera del mapa, la cinta de Tom Holland, pues el accesorio es similar y un guiño directo a Sam Drake, el antagonista de ese título. Esto, amigos, es mucho m ás valioso que una simple fidelidad. No siempre las libertades creativas arruinan los videojuegos como pudieron darse cuenta.