Luego de la aclamada Chernobyl, el productor y guionista Craig Mazin decidió unir esfuerzos con Neil Druckmann, de Naughty Dog, una de las fuerzas creativas detrás de los populares videojuegos Uncharted y The Last of Us, los cuales han ganado muchos fanáticos alrededor del mundo y han sido adaptados: el primero en la película protagonizada por Tom Holland y Mark Wahlberg, y el segundo en la serie recientemente estrenada en HBO.
Una de las seguidoras del universo de The Last of Us es la diseñadora y artista visual portuguesa Caro Oliveira, quien decidió canalizar esa pasión en un arte increíble. Oliveira ha compartido una serie de ilustraciones que toman momentos clave del amado juego de Naughty Dog, dándoles un aspecto inspirado en el anime, una estética que en Occidente se popularizó con obras como Dragon Ball Z y Saint Seiya: Los caballeros del zodiaco.
Los rediseños de personajes como Joel y Ellie son realmente impresionantes. Es suficiente para hacer que cualquier fanático desee una serie de anime real basada en los videojuegos, pero afortunadamente tenemos el increíble arte de Oliveira y también la serie, aunque en acción real, de Pedro Pascal y Bella Ramsey.
Los personajes se parecen mucho a sus contrapartes de ambos juegos, pero en un estilo que se siente fresco y completamente original, incluyendo a Tess y Marlene, interpretadas en la serie por Anna Torv y Merle Dandridge, respectivamente. Los fanáticos pueden encontrar más en su cuenta de Twitter, @NattoTwister. El sitio web de Oliveira también presenta una serie de otras reinterpretacioness, incluido el arte basado en The Legend of Zelda: Breath of the Wild de Nintendo.
Es curioso saber que, antes de que The Last of Us se convirtiera en el segundo mejor estreno en la historia de HBO Max, o incluso antes de ser un videojuego protagonizado por Troy Baker y Ashley Johnson, era una tarea escolar. El propio Druckmann ha compartido cómo, mientras estaba en una clase de diseño computacional en Cambridge, tuvo que presentar una historia de zombies en 2004, y el juez no era otro que George A. Romero, el padre del cine de zombies con la icónica La noche de los muertos vivientes.