Los muñecos, al menos en sus representaciones cinematográficas, se han ganado su reputación como mensajeros del mal desde hace bastante tiempo. Películas como Poltergeist de Tobe Hopper, Profondo Rosso de Dario Argento, Magic con Anthony Hopkins, o en décadas recientes Chucky, Annabelle y Brahms han ayudado a establecer el estatus malévolo y siniestro de estos objetos que, en principio, son inanimados.
M3GAN, la sensación del momento y la más reciente incorporación al colectivo de muñecos espeluznantes, plantea un nuevo miedo en este tipo de relatos de terror. Si bien los temas ya han sido desarrollados en la ciencia ficción, la película escrita por Akela Cooper (guionista de Malignant) reconoce la posibilidad de autonomía y libre albedrío de una inteligencia artificial a partir de un sofisticado sistema de programación como lo explica el especialista en robótica Roman Yampolskiy.
La muñeca se vuelve hostil con aquellos que interfieren en su relación con su compañera humana, la pequeña Cady (interpretada por Violet McGraw). La muñeca tiene una racha homicida y el equipo de producción quería capturar a su personaje de la manera más espeluznante posible.
Necesitaba parecer hiperrealista y el equipo de producción hizo uso de una combinación de animatrónicos, marionetas, VFX (efectos visuales digitales) y Amie Donald, una actriz infantil y campeona nacional de baile de Nueva Zelanda, para dar vida a M3GAN, una muñeca que, para los fanáticos más jóvenes, podría vencer a Chucky y Annabelle.
Dado que el equipo, encabezado por el productor James Wan (autor de El conjuro), quería que M3GAN se moviera, e incluso contorsionara su cuerpo, como lo haría un ser humano normal, rodaron la mayoría de las escenas con marionetas.
Durante una entrevista con Variety, el supervisor Adrien Morot (que fungió como diseñador de maquillaje protésico en The Whale de Darren Aronofsky) explicó cómo capturaron una variedad de movimientos computarizados. La actriz Amie Donald estuvo presente en cada escena que necesitaba que la muñeca se viera caminando o bailando en el pasillo, y para las demás emplearon marionetas. "Se decidió desde el principio que casi todos los planos medios se harían con un títere o marioneta".
Teníamos seis o siete marionetas diferentes que eran capaces de hacer cosas distintas y específicas. Teníamos algunas cabezas en movimiento, ojos en movimiento, el torso en movimiento, y había un par que eran capaces de una gama completa de movimientos computarizados.
Morot quería que la audiencia se sintiera profundamente perturbada por el aspecto "casi real" de M3GAN. "Por cada toma en la que se la ve caminando por completo o bailando en un pasillo, sería Amie con una máscara que, si fuera necesario, se animaría para que moviera los labios o los ojos", sentenció.
El diseño nunca tuvo la intención de ser "exagerado" o "caricaturesco", simplemente desconcertante. Parece que el director Gerard Johnstone y Morot lograron su intento de hacer que M3GAN y todo lo que ella hace sea "inquietante", ya que no hay nada tan inquietante como una muñeca autodidacta y de aspecto realista que se vuelve rebelde en cada oportunidad que tiene.