¿Cuántas veces has visto Coco? Tal vez más de una ocasión al tratarse de una de las grandes películas jamás hechas por Pixar (sin olvidarnos de su fuerte inspiración en la cultura mexicana). Además en ella se encuentran infinidad de easter-eggs, algunos divertidos y otros un tanto oscuros, como la muerte de Los Increíbles, pero en esta ocasión hablaremos de otro traumático dato, pues hace referencia a una tragedia que -probablemente- vivió uno de los villanos principales de la saga de Toy Story.
Si tenías en mente al Oloroso Pete, Lotso o bien al poderoso Emperador Zurg (quien volvió en Lightyear), será mejor que hagas memoria y regreses a 1995, año del estreno de la primera película de Toy Story. En esta cinta coprotagonizada por Tom Hanks y Tim Allen conocimos al malvado Sid Phillips; un niño con la cabeza rapada, playera negra con un cráneo en el pecho y que gustaba de romper, torturar y experimentar con todos los juguetes inocentes con los que se cruzaba.
Con esto sobre la mesa volvamos a la premisa de Coco. En un momento divertido de la película podemos ver un concurso de talentos y aunque todo pareciera ser sonrisas por doquier, en realidad oculta un triste secreto, pues uno de los participantes lleva ropa idéntica del temible Sid: pantalón oscuro, tenis deportivos y… ¡La misma playera con el cráneo en el pecho!
Es verdad que parece tener el cabello más largo de lo habitual, sin embargo, en Toy Story 3 un personaje que hace referencia a un Sid mayor tiene un poco de barba y, precisamente, se dejó crecer el cabello. Si tenemos esto en mente, no es para nada alocado considerar que estamos ante la prueba irrefutable de que Sid, luego de torturar a Woody y cientos de juguetes, su destino había llegado y perdió la vida de una forma misteriosa.
La temática sobre el Día de Muertos que tanto explora Coco, también fue el pretexto perfecto para abordar estas posibilidades sobre a dónde van los personajes Disney luego de morir. Lo vimos con la familia Parr y ahora es probable que se trata del mismísimo Sid.