Aunque algunas historias son muy buenas, muchas veces tienen que pasar años para que se desarrolle la tecnología necesaria y puedan ser llevadas a cabo tal como sucedió con Avatar y su secuela Avatar: El camino del agua, en la que James Cameron tardó 13 años más. ¿Qué hubiera pasado si cintas animadas por computadora como Shrek o Toy Story hubieran sido estrenada antes? Pues una Inteligencia Artificial imaginó cómo sería un live-action del ogro más famoso si se hubiera hecho en la década de los ochenta con la tecnología que se usó para Los cazafantasmas y Robocop.
Shrek
Shrek luce muy al estilo de Jabba el Hutt de Star Wars: Episodio VI - el retorno del Jedi con los efectos especiales que estaban disponible en la misma época en que se ubica Stranger Things.
Fiona
La princesa Fiona que por las noches se transforma en una ogro nos recuerda a las grandes actrices de los ochenta como Carrie Fisher, Molly Ringwald y Geena Davis. Esta escena podría pasar como parte de la película de Willow, dirigida por Ron Howard en 1988.
Lord Farquaad
En su versión humana, Lord Farquaad sigue pareciendo un hombre caprichoso e insoportable. Aunque esta vez, el gobernante de Duloc no luce un corte estilo Edna Moda de Los Increíbles que lo caracteriza.
Burro
Eugenio Derbez no podría dar voz a la versión ochentera de Burro. Con ese aspecto, Burro se ve menos escandaloso que en sus apariciones en Shrek 2 y Shrek Tercero y podría formar parte del elenco de Excalibur junto a Helen Mirren y Liam Neeson.
La Dragona
La esposa y madre de los hijos de Burro nos hace recordar a los personajes de La historia sin fin, cuya canción fue interpretada por Dustin (Gaten Matarazzo) y Suzie (Gabriella Pizzolo) en la tercera temporada de Stranger Things.
El gato con botas
El felino amigo con la voz de Antonio Banderas se ve muy tierno y dulce. Indudablemente, el minino podría tener un papel importante en Dentro del laberinto, la cinta de fantasía de 1986 protagonizada por David Bowie y Jennifer Connelly.
El Hombre de Jengibre
El look de El Hombre de Jengibre es la prueba irrefutable de que Shrek llegó en la época adecuada. De haberse estrenado en los ochenta, el Hombre de Jengibre habría dado muchas pesadillas a los niños.