La magia del joga bonito es universal gracias a o'rei Pelé, cuya leyenda ya trascendió por su deceso hoy a los 82 años tras una lucha contra el cáncer de colon. El mejor futbolista de todos los tiempos no dejó su magia sólo en las canchas, fue benevolente y la llevó al séptimo arte para formar un equipo fantástico junto a Sylvester Stallone, Michael Caine y otros deportistas del urbe dirigidos por John Huston en la película Escape a la victoria, estrenada en 1981.
¿Recuerdan Golpe bajo, de Adam Sandler y Chris Rock? ¿Reclusos contra policías en un juego de futbol americano? Este filme estuvo fuertemente influenciado por el debut cinematográfico del exfutbolista, una trama donde prisioneros forman un equipo de futbol, dirigido por John Colby (Caine) leyenda del West Ham y acceden a jugar en contra del equipo de la Alemania Nazi.
Esta historia está basada en la cinta húngara Dos medios tiempos en el infierno, de Zoltan Fabrí. Escape a la victoria tiene como estrella del equipo de prisioneros a Robert Hatch (Stallone), mientras que Pelé dio vida a Luis Fernández, el lujoso refuerzo para que las víctimas de la guerra aceptaran esta propaganda teutona y elucubraran un ingenioso plan para darse a la fuga.
Esa película me enseñó un poco de actuación por medio del futbol, porque en ese tiempo el señor Stallone tenía que ser delantero pero no sabía cómo hacer la bicicleta, así que tomé su lugar, él se puso de portero y lo encaré con una bicicleta
especial
El año pasado, el también intérprete de la saga Rocky, una de las películas favoritas del rey Pelé, dijo que esa particular jugada ante el astro brasileño le rompió uno de sus dedos al tratar de atajar el disparo salido de sus mágicos botines. "Fue de los momentos más bajos en mi carrera. Me rompió el trasero y un dedo por tratar de detener un penal", dijo Sly para el portal digital de Fox Sports.
O rei dijo en la entrevista con Paul Upham que sí ensayaron la escena, sin embargo, el protagonista de Tulsa King dice que la pena máxima fue cobrada como si se tratara de un cañón y, pese a que el santista le dijo a dónde iría el balón, apenas vio pasar la pelota. "No mintió. Cobró donde me dijo, y repitió la escena, sólo que esta vez se llevó la red de la portería, mi dedo y una ventana", recordó el actor.
