Conocido alrededor del mundo por ser una de las estrellas más grandes de Hollywood, Bruce Willis se ganó el título de ícono del cine de acción y crimen con sus interpretaciones en películas como Duro de matar, La ciudad del pecado, Pulp Fiction y Armageddon. Sin embargo, a inicios de este año se reveló la triste noticia de su padecimiento, lo que conllevó su retiro de la actuación.
La enfermedad que cambió radicalmente la vida del actor se llama afasia, un trastorno que afecta al cerebro y dificulta la manera en que alguien se comunica; alterando el habla, la escritura, así como la comprensión del lenguaje en general. Todas estas habilidades son esenciales para el ser humano y su mal desempeño trae consecuencias graves para alguien que se gana la vida aprendiendo diálogos e interpretándolos; así que el protagonista de Doce monos no tuvo de otra más que abandonar el cine.
A pesar de que apenas este año se difundió la noticia, se cree que el actor de Moonrise Kingdom lleva años batallando con la enfermedad, pues quienes llegaron a trabajar con él mencionaron que necesitaba ayuda para hablar, además de que muchos comentaban sobre lo malas que eran sus actuaciones en los últimos proyectos en los que participó. Pero todo parece indicar que todo comenzó durante el rodaje de una película bélica en 2003.
Willis interpretó al Teniente A.K. Waters en la película Lágrimas del sol, junto a Monica Bellucci. Al ser una producción sobre guerra, los efectos especiales eran necesarios pero no fueron bien supervisados, similar a lo que sucedió con Alec Balwin, solo que en este caso un proyectil golpeó la cabeza del actor. El intérprete demandó a Revolution Studios, que fueron quienes produjeron la película, por los estragos físicos, mentales y emocionales que sufrió a raíz del accidente.
El encargado de los efectos especiales en la película de Antoine Fuqua (Día de entrenamiento) también fue demandado por Willis, quien recientemente se defendió argumentando que era imposible que él fuera el responsable de la afasia que el actor padece, pues ya habían pasado más de 20 años del acontecimiento. No obstante, de acuerdo con un reporte de The New York Times, hay personas que padecen esta enfermedad y no la desarrollaron repentinamente, sino progresivamente a lo largo de muchos años.
Sea o no ésta la causa que condenó el estado del protagonista de El sexto sentido, ya no hay posibilidad de que se recupere, pues lamentablemente no existe cura para la afasia, solo hay manera de sobrellevarla con terapia del lenguaje. Parece ser que sus amigos tienen dificultad para comunicarse con el actor, como lo ha declarado Sylvester Stallone; pero afortunadamente se ha visto en redes sociales que su familia le brinda todo su apoyo para salir adelante.