En una entrevista reciente con BBC Radio, se le preguntó a James Cameron, guionista de Battle Angel: La última guerrera y Terminator 6: Destino oculto (ambas disponibles en Star Plus), sobre la decisión del actor Matt Damon de dejar de interpretar a Jake Sully en la primera Avatar mientras promocionaba la tan esperada secuela, Avatar: El camino del agua.
Se está castigando a sí mismo por esto [...] Matt, eres como una de las estrellas de cine más grandes del mundo, supéralo.
Un clip de Damon se volvió viral el año pasado después de que el actor de Contra lo imposible y El último duelo (que ya puedes disfrutar en Star Plus) revelara en el Festival de Cine de Cannes que Cameron lo cortejó en 2009 para protagonizar el éxito de taquilla, ofreciéndole el 10% de las ganancias de taquilla de la película.
Chris Evans y Channing Tatum fueron de las estrellas de Hollywood que participaron en el proceso de audición. El papel finalmente fue para Sam Worthington y Avatar se convirtió en la película más taquillera de todos los tiempos, recaudando dos mil millones en todo el mundo, lo que le habría dado a Damon más de 250 millones. "Pasaré a la historia", dijo Damon a Entertainment Weekly en ese momento. "Nunca conocerás a un actor que rechazó más dinero".
El también actor de Suburbicon dijo que la primera vez que habló sobre esto fue con su colega John Krasinski cuando trabajaron juntos en Tierra prometida, dirigida por Gus Van Sant, en la que, además de ser los protagonistas, fueron los responsables de escribir el guión.
El actor rechazó ser parte del universo de Pandora porque ya se había comprometido a completar la trilogía de acción Bourne con el director Paul Greengrass. Damon, conocido por su papel como el personaje titular Jason Bourne, dijo que elegir protagonizar la franquicia de acción resultó ser la "decisión moral" correcta.
Específicamente se trata de Bourne: El ultimátum, película disponible en el catálogo de Star Plus, en la que Greengrass ofrece acción de calidad, tensa e hiperrealista para situar al protagonista en múltiples traslados, que incluyen las ciudades de Londres, Moscú y Nueva York, en busca de quienes le lavaron el cerebro y lo convirtieron en un asesino, mientras David Strathairn y un grupo de espías lo tienen en la mira.