Una de las estrategias autorales en el cine posmoderno consiste en la autorreferencia. No sólo se trata de las pinceladas autobiográficas que directores como Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu o Steven Spielberg trazan en Roma, Bardo y Los Fabelman, respectivamente, sino también en la posibilidad de crear y expandir un universo propio, ya sea estilístico, temático, ideológico o formal.
Así como lo identificamos en Quentin Tarantino (y su red intrincada de conexiones y vínculos entre sus propias películas) y Tim Burton (con los guiños a sus propias películas y personajes), también en James Cameron se presenta el fenómeno de las referencias propias. Su más reciente película estrenada en salas de cine, Avatar: El camino del agua, es una prueba fehaciente.
Casi dos décadas después de su transformación en Na'vi, Jake (Sam Worthington) formó una familia con su pareja, Neytiri (Zoe Saldaña), criando a varios hijos, incluida Kiri (una maravillosa Sigourney Weaver). Al convertirse en un líder tribal en Pandora, Jake finalmente tiene paz y un propósito, pero esa calma pronto se ve perturbada por el regreso de la "gente del cielo".
El general Frances (Edie Falco) y el coronel Quaritch (Stephen Lang) llegan a Pandora para reclamarlo y destruyen el hogar de los Na'vi para proclamarse como los nuevos dueños porque la Tierra se está muriendo. Las escenas de destrucción están confeccionadas mediante la técnica del claroscuro (a partir de un intenso contraste entre la luz del fondo y la oscuridad del frente) y hacen referencia al apocalipsis de Terminator, película dirigida por Cameron en 1984 y protagonizada por Arnold Schwarzenegger.
Orion Pictures / 20th Century Studios
Jake reconoce el peligro en el que se encuentra y deja el bosque con su familia para esconderse con la "gente del arrecife", incluyendo a Ronal (Kate Winslet) y Tonowari (Cliff Curtis), con la esperanza de mantenerse alejado de los invasores y proteger a los inocentes, pero las fuerzas militares no descansaran hasta encontrar a su presa aunque esté sumergida en el agua.
Lightstorm Entertainment / 20th Century Studios
Las máquinas, tanto las de Avatar como las de Avatar 2, son una especie de reminiscencia de las máquinas submarinas de The Abyss. La película protagonizada por Ed Harris y Mary Elizabeth Mastrantonio ganó un Oscar a los mejores efectos visuales y es recordada principalmente por el vanguardista tentáculo de agua generado por computadora.
20th Century Studios
Sin ofrecer spoilers, también se puede señalar que, en su nueva película, Cameron confecciona secuencias que aluden al hundimiento del barco en Titanic (película protagonizada por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet) sobre todo para insistir en la capacidad e inmensidad de las aguas del océano.
De algún modo, todas las películas de Cameron tratan sobre la idea del hombre contra la máquina. A veces, como es el caso de Aliens, The Abyss, Titanic y Avatar, eso se convierte en hombre contra máquina contra naturaleza. Pero en última instancia, Cameron al principio de su trayectoria estaba preocupado por cómo la humanidad interactúa con la tecnología, mientras que ahora le preocupa la relación del ser humano con la naturaleza.
