El director de fotografía Peter Zuccarini ha sido durante mucho tiempo el camarógrafo de referencia para los cineastas que necesitan complejas tomas subacuáticas. Además de colaborar en películas como Life of Pi, Jurassic World, En el corazón del mar, Horizonte profundo, Baywatch y The Beach Bum, el cinefotógrafo fue arrastrado por un tiburón mientras filmaba Into the Blue y se aventuró en una sección del Amazonas infestada de cocodrilos para Diarios de motocicleta.
Pero nada en su carrera lo preparó para Avatar: El camino del agua, la revolucionaria epopeya de ciencia ficción de James Cameron. Si bien Zuccarini descubrió que en la mayoría de los rodajes siempre hay un límite para lo que se puede hacer con el tiempo y el dinero, en Cameron encontró a un director único. "Con la especificidad de alguien como James, tiene que ser exactamente lo que imagina o mejor", expresa Zuccarini en entrevista para IndieWire. "Lleva mucho tiempo porque es muy perfeccionista".
Cuando Zuccarini dice que lleva mucho tiempo, no está bromeando: lo que se suponía que era un trabajo de dos meses terminó durando cuatro años debido a la naturaleza compleja de la producción. La secuela de Avatar amplió la tecnología de captura de movimiento desarrollada para la original y el director de Terminator la trasladó bajo el agua.
Primero, el equipo construyó un tanque en los estudios de Manhattan Beach en California, donde se encuentra la compañía de producción de Cameron y el productor Jon Landau (Alita: Battle Angel). El enorme tamaño del tanque permitió a Cameron replicar las condiciones oceánicas del mundo real. Con 40 metros de largo, 20 de ancho y 10 de profundidad, podría contener 200,000 galones de agua.
Después se involucraron cientos de cámaras y marcadores rastreando cada detalle de las expresiones y movimientos de los actores, incluyendo a Zoe Saldaña, Sam Worthington y Sigourney Weaver, para que Cameron los moldeara en la posproducción, donde elegiría sus ángulos y composiciones usando una cámara virtual. Pero el director todavía quería un camarógrafo real con una cámara real en el tanque con los actores para que hubiera una referencia auténtica.
El director de fotografía, que recientemente colaboró en las tomas submarinas de Pantera negra: Wakanda por siempre, se percató que las burbujas del equipo de buceo interfirieron con los marcadores en los cuerpos y rostros de los actores. En ese momento entendió que si los actores se habían sometido a entrenamientos para aguantar la respiración y poder actuar bajo el agua (incluso Kate Winslet tiene el récord de 7 minutos 15 segundos), él y su equipo tenían que hacer lo mismo para solucionar ese problema.
Esto permitió a Zuccarini llevar su cámara, una Sony Venice 3D de casi 80 kilogramos desarrollada específicamente para Avatar 2, al agua con los actores en lugar de filmar desde afuera del tanque a través de las ventanas. "Una cámara en el agua tiene una óptica mucho mejor debido a la refracción: no se puede disparar un ángulo a través de las ventanas correctamente".
El resultado del enfoque de Cameron es una experiencia cinematográfica completamente nueva, y Zuccarini así lo relata: "Jim es un tipo creativo que quiere innovar en todos los aspectos. La cámara tiene que moverse como nunca antes. La luz tiene que hacer algo que nunca antes había hecho. En cada cuadro, se presiona mucho para estar realmente a la vanguardia: ¿estamos haciendo algo nuevo aquí? Entonces vienes a trabajar y todos los días son súper, súper intensos".