Desde que Alex Garland puso por primera vez la pluma sobre el papel para elaborar un relato de horror abstracto hasta la materialización de su película Men: Terror en las sombras tuvieron que transcurrir 15 años. En el trayecto, el guionista y director colaboró con Danny Boyle en los guiones de Exterminio y Sunshine, al tiempo que dirigió notables relatos de ciencia ficción como Ex-Machina y Aniquilación.
Men: Terror en las sombras narra cómo, tras un suceso traumático, Harper (Jessie Buckley) decide emprender un viaje a la campiña inglesa para escapar del dolor y la culpa. Alquila una lujosa mansión de campo en un pintoresco pueblo, pero cuando se encuentra con un hombre extraño mientras da un paseo, los acontecimientos toman un giro muy extraño y Harper se sumerge en una pesadilla de locura.
Además de la sensacional interpretación de Buckley (a quien recordamos por sus papeles en Pienso en el final de Charlie Kaufman y La hija oscura de Maggie Gyllenhaal), destacan las referencias mitológicas que emplea Garland para construir un marco simbólico fascinante que ayuda a digerir y comprender las perturbadoras y siniestras imágenes que vemos en pantalla.
Una de las presencias mitológicas en la película es el Hombre verde (no debe confundirse con el Caballero verde de las leyendas artúricas recuperado por David Lowery en su película The Green Knight). Consiste en un rostro humano del cual brotan hojas que rodean los ojos, la nariz, la boca y las orejas. Es un símbolo de la antigua cultura celta asociado a la naturaleza y la regeneración, pero también significa virilidad masculina.
DNA Films
Garland, fascinado ante la presencia constante del Hombre verde en la arquitectura medieval, sobre todo en territorio británico, decidió aplicar sus propias connotaciones psicológicas a la imagen como una figura de lujuria masculina, y la forma en que su mirada refleja un horror que ha acechado a las mujeres durante muchos milenios. En la película, todos los hombres que conoce Harper, parecen ser una variación del mismo hombre: una presencia lasciva y flotante interpretada por Rory Kinnear.
La otra presencia mitológica, también proveniente de la cultura celta, es la Sheela Na Gig, un decorado arquitectónico de piedra que aparece en varias iglesias románicas de Irlanda, Gales y Escocia. Se trata de la representación de una mujer desnuda que exhibe deshinibidamente sus genitales. La imagen ha sido interpretada como una advertencia contra el pecado de la lujuria, pero también se cree que su función era la de proteger los edificios de la presencia del Diablo.
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Inspirándose en estas dos figuras paganas pero que sobrevivieron en la arquitectura románica cristiana, el también guionista de Nunca me abandones y Dredd busca crear un cuento de terror folclórico, situado en las entrañas de la naturaleza, que aprovecha los miedos primarios y las percepciones erróneas que han animado las relaciones de género desde la historia de Adán y Eva, otra piedra angular que tiene ecos en la película.
Puedes disfrutar de Men: Terror en la sombras en las salas de Cinemex y Cinépolis a partir de este 15 de diciembre en una cartelera que para cerrar el año ofrece una variedad de opciones, incluyendo la épica de ciencia ficción Avatar: El camino del agua, el drama romántico de caníbales Hasta los huesos, el thriller que se cocina a fuego lento El menú o el miedo instaurado por los tiburones en Mar de sangre.
