Merlina de Jenna Ortega es -por mucho- el personaje del momento gracias a su exitosa serie en Netflix, donde Tim Burton (El joven manos de tijera) dirigió algunos episodios. Sus excéntricas aventuras dentro de la Academia Nevermore le han dado un toque único que ni siquiera la versión de Christina Ricci tuvo, como la alergia al color.
Si ya maratoneaste la serie coprotagonizada por Gwendoline Christie, Hunter Doohan y Luis Guzmán, seguramente recordarás que desde los primeros episodios Morticia (Catherine Zeta-Jones) le cuenta a Enid (Emma Myers), compañera de cuarto de Merlina, que su hija es alérgica al color, motivo por el que siempre viste con ropa blanca y negra.
Aunque suene a una alergia que sólo Merlina o cualquier miembro de la Familia Addams podría tener, en realidad esto fue tomado de la vida real. Algunos pigmentos utilizados en prendas de vestir e incluso comestibles, son capaces de provocar lesiones en la piel e incluso problemas respiratorios.
Estos temas han sido estudiados a través de los años, tal como se retrata en “Anales del Sistema Sanitario de Navarra” del año 2003 donde se comprobó que el color carmín, famoso colorante empleado para teñir ropa, alimentos y maquillaje de color rojo, es capaz de generar algunas reacciones en el cuerpo, además de estar relacionado al asma.
Otro caso es el annatto, un polvo utilizado para pintar objetos de color amarillo y algunos derivados, pues tiene como elemento el achiote. ¿El problema? Es capaz de provocar un shock anafiláctico, algo que sin duda Merlina y el resto de la Academia Nevermore querría evitar por más cómodo que te sientas con temas paranormales.
No olvides que puedes ver los ocho episodios de Merlina en el catálogo de Netflix, donde por cierto, acaba de hacer su debut Pinocho, película stop motion codirigida por Guillermo del Toro (La forma del agua) y Mark Gustafson, eso sí, te recomendamos tener unos pañuelos a la mano, no digas que no se te advirtió.