Hacer cine es todo un reto sin importar el país o género; es una rama artística sin igual, pero sumamente cara y demandante, pero la técnica de animación stop motion lo es aún más. Y dado que Pinocho de Guillermo del Toro -por fin- llegó al catálogo de Netflix, conversamos con Georgina Hayns, supervisora y creadoras de títeres en esta nueva película, quien ha trabajado en Coraline y la puerta secreta, El cadáver de la novia, entre muchos otros clásicos.
La trayectoria de Hayns contempla más de 20 años dedicados completamente al stop motion, de los cuales 13 años formó parte del estudio Laika encargado de películas como Kubo y la búsqueda del samurái o Sr. Link. Fue así como uno de los talentos más consolidados en la industria reveló por qué fue tan complicado hacer Pinocho.
Tan sólo recordemos el mensaje del director de La forma del agua y La cumbre escarlata durante la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Morelia. “Esta película que van a ver nos tardamos 14 o 15 años en hacerla, la mitad de mi carrera. Se quiso hacer demostrando que la animación es arte, la animación es cine y no es un género hecho para niños sino un medio que nos va a permitir hablar de cosas profundas, dolorosas, hermosas, de manera más adulta”.
Y precisamente el factor tiempo agregó complejidad a Pinocho, pero esto no lo fue todo, pues Georgina Hayns reflexionó sobre la digitalización del arte que no está mal, pero el stop motion sigue siendo una técnica manual que requiere a los artistas y diseñadores pasar meses creando complejos mecanismos mecánicos y estudiando la corporalidad de cada personaje para crear a la marioneta adecuada.
“Mi vida con el stop motion es poder hacer piezas de arte con alta ingeniería con la que puedes contar una historia. También hay una magia especial sobre estos objetos reales, habitando un espacio, pero actuando una historia; no son humanos, pero tú puedes dotarlos de humanidad”, mencionó Regina Hynes en entrevista con Sensacine Latam.
Y agregó: “En el mundo en el que vivimos es tan fácil digitalizar todo, pero el stop motion no es así, claro que utilizamos computadoras para hacer esta película, pero el proceso sigue siendo orgánico”.
En la misma conversación la experta creadora de marionetas recordó cómo fue su experiencia trabajando con el tapatío dos veces ganador del Oscar y responsable de películas como El laberinto del fauno, Mimic y Hellboy.
“Guillermo es la persona más accesible del mundo, pero en un principio estaba realmente intimidada al saber que iba a trabajar en una película de Guillermo del Toro; después descubrí que es una persona apasionante que te inspira, pero al mismo tiempo es realmente humano”.
Pero no se debe confundir la amabilidad y gran corazón de Guillermo del Toro con debilidad dentro de los sets, incluso compartió cómo su autoridad siempre se hacía presente al momento de dar instrucciones claras. “Es tan buen director que sabe perfectamente lo que quiere y no teme en decir si le gustó o no alguna cosa, lo cual es realmente algo que se necesita porque si deja demasiada libertad las cosas pierden el control”.
No olvides que Pinocho también cuenta con la participación actoral de Ewan McGregor, David Bradley, Ron Perlman, Finn Wolfhard, Cate Blanchett, Christoph Waltz y Tilda Swinton. Y claro, ya está disponible en el catálogo de Netflix, así que no tienes pretexto para no ver el trabajo de la unidad tapatía que participó en la película mediante El taller del Chucho en Guadalajara, Jalisco. Eso sí, prepara algunos pañuelos, la advertencia se hizo.