Estamos a días de la inauguración del mundial Qatar 2022 y la FIFA, un ente bastante controversial como lo describe la serie de Amazon Prime Video, El presidente, sólo tiene a Jungkook de BTS como acto inaugural cien por ciento confirmado. Esta mañana, Rod Stewart se unió a Dua Lipa y Shakira a los artistas que han rechazado tajantemente su asistencia a la justa más importante del balompié.
El intérprete británico, fanático del Arsenal de la Premier League, que se emite en exclusiva por Paramount Plus, ha dicho esta mañana que ni siquiera es seguro para los pamboleros viajar a tierras catarís para apoyar a sus respectivas selecciones. Le ofrecieron más de un millón de dólares por ir a cantar, lo rechazó por ser coherente con sus principios. "No está bien ir. Los iraníes tampoco por suministrar armas", le dijo a The Sunday Times.
Su argumento viene a propósito de la violación a los derechos humanos en cuestión cultural, donde se dan hasta 10 años de cárcel por ser homosexual, se castigan las relaciones sexuales fuera del matrimonio hasta con siete años de prisión, hay código de vestimenta y no puedes turistear porque tomarse fotos fuera de los edificios gubernamentales puede ser consecuencia de arresto. Después de leer esto, parece mejor idea ir a ver los juegos a Cinépolis y Cinedot.
Quien debería cancelar es Jungkook, porque no sé si recuerden que BTS son embajadores de la ONU. Los protagonistas de Permission to Dance han promovido la igualdad, los derechos de los niños y ayudó a muchos a sobrevivir a los trastornos mentales que el encierro causó por culpa de la pandemia por el coronavirus. Han asistido a asambleas generales para hablar sobre el cambio climático, muy al estilo Leonardo DiCaprio.
Antes de que nos ataquen, no estamos en contra de nadie de BTS y que bueno que consideren a uno de los mejores grupos de pop en la década, pero si son parte de la Organización de las Naciones Unidas, organismo encargado de fomentar paz y armonía entre los países de todo el mundo. Por eso eso son los primeros en proclamarse en contra de guerras y han llamado a despenalizar la homosexualidad.
Lo único condenable son los ataques o intentos de cancelación que el cantante surcoreano está experimentando en redes sociales, inútiles porque ni siquiera es su decisión propia, sino de la agencia que los representa en países donde necesitan esconderse. Eso sí, la recepción que tuvo en Doha hace unas horas fue bastante conmovedora y chida. Pase lo que pase, ojalá envíe un mensaje en caso de decidir actuar.
Recuerden que pueden ver Permission to Dance on Stage en Disney Plus, aprovechando que todos estamos amarrados a los últimos episodios de Andor, el spin-off de Diego Luna y precuela de la película Rogue One, de Star Wars. Y el próximo estreno de Desencantada y Black Panther: Wakanda Forever.