En la tradición de Marvel, el personaje llamado Namor es un híbrido humano, mutante y atlante que lidera al reino submarino de la Atlántida, a veces también nombrada Atlantis. No es ni un simple villano ni un héroe, pero sí es poseedor de una fuerza sobrehumana increíble, además de ser un defensor inquebrantable de su pueblo.
En las décadas transcurridas desde su primera aparición en los cómics en 1939, Namor ha estado fuertemente vinculado con diversos superhéroes, incluyendo T'Challa (más conocido como Black Panther). Ahora llega su debut en la pantalla grande con el estreno de Black Panther: Wakanda Forever, dirigida por Ryan Coogler.
Al igual que el hogar de T'Challa en Wakanda, Talokan es un reino pequeño, secreto pero poderoso. Mientras T'Challa (Chadwick Boseman) abrió Wakanda al resto del mundo al final de Black Panther, el gobernante Namor se mantiene firme en su deseo de que Talokan permanezca oculto a los extraños.
El reino submarino es una referencia a Tlalocan, el paraíso de Tláloc. En el México prehispánico el agua era un elemento fundamental que permitía la comunicación entre el humano, la naturaleza y la divinidad. También era el origen, ya que del agua se levantaron los dioses Bacabes que sostuvieron el cielo. Y en la religión maya se creía que los seres humanos aparecieron después del diluvio.
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En su obra Leyendas de agua en México, el ensayista, historiador y poeta Andrés González Pagés define el Tlalocan como “el lugar donde estaban quienes habían muerto ahogados o alcanzados por el rayo”, mientras que el antropólogo y experto en cosmovisión mesoamericana, Alfredo López Austin, en su libro Tamoanchan y Tlalocan, lo describe como “un depósito de agua en el que también hay árboles y en el que se encuentra un árbol mítico, el Tamoanchan”.
La película sólo proporciona algunos detalles sobre la creación de Talokan y su gente. El Talokan de MCU se creó en el siglo XVI después de que el dios de la lluvia Tláloc llamara a las personas que vivían en Yucatán para que bebieran de una flor que crecía bajo el agua. Después de que se transformaron físicamente y fueron capaces de vivir bajo el agua, la gente creó Talokan, con Namor destinado a ser su rey.
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En los cómics, Namor es el hijo mutante de un explorador humano y una princesa atlante. Dotado de una fuerza superior y habilidades para nadar, también puede volar, lo que lo convierte en un digno adversario. Tiene un gran resentimiento hacia las civilizaciones terrestres que contaminan su reino oceánico.
El feroz compromiso del personaje con su pueblo es recuperado en la versión cinematográfica. Interpretado por Tenoch Huerta (conocido por sus papeles en Güeros, Semana Santa y La purga por siempre), Namor se adhiere a un código en el que busca la protección y bienestar de su comunidad.
Él no se ve a sí mismo como un villano porque, bajo su mirada, los actos están justificados a partir de la defensa de un pueblo inmerso en una historia trágica. En los cómics, Atlantis se hunde bajo el mar después del cataclismo desatado por los Celestiales (los seres cósmicos que aparecen en la película Eternals de Chloé Zhao), mientras que en el MCU, Talokan comienza como un refugio para aquellos que huyen de los colonizadores.
Namor es llamado el Dios Serpiente Emplumada, conectando al antihéroe del Universo Cinematográfico de Marvel con Kukulkán, una divinidad (adorada principalmente por los mayas) proveedora de la lluvia, el viento, las tormentas y la vida. No obstante, para algunos antropólogos como Charles Lincoln, Kukulcán es también, según su obra Ethnicity and Social Organization at Chichén Itzá, “un título de los soberanos que gobernaron Chichén Itzá y cuyo icono distintivo es una serpiente emplumada”.
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La razón por la que Namor es equiparado a Kukulkán se debe a su origen y poderes legendarios del personaje submarino. Namor es único entre los demás habitantes de Talokan debido a su nacimiento y atributos físicos. Uno de sus rasgos físicos más definitorios son sus alas en los tobillos, una de las razones por las que Namor está vinculado a la antigua divinidad prehispánica.
Inspirada en el esplendor visual de Mesoamérica, la diseñadora de vestuario Ruth E. Carter es la creadora de los llamativos tocados de plumas que viste Namor y Namora (Mabel Cadena) en la película. Conformado por plumas, jade y algas marinas como materia prima, el tocado del máximo gobernante de Talokan es un homenaje a Quetzalcóatl, la divinidad de la cultura azteca identificada con la serpiente emplumada.
The Place of Stone Monuments
Otra referencia se encuentra en el imponente trono de Namor conformado por una enorme mandíbula de tiburón. En muchas zonas arqueológicas mayas, se han encontrado restos de dientes de tiburón. Lo que nunca deja de sorprender son los diversos usos que tenían, desde piezas de joyería elaborada hasta armas afiladas. Uno de los objetos más famosos es la máscara de jade con diente de tiburón descubierta en una tumba de Petén (en Guatemala) perteneciente a un rey de Tikal que se hacía llamar Yax Ehb Xook, que se traduce como “primer diente de tiburón”.
