La gran mayoría de los espectadores, al momento de discutir y comparar el universo de El señor de los anillos (incluyendo las películas de El hobbit y la serie Los anillos del poder) y Juego de tronos (incluyendo La casa del dragón) como dos muy buenos exponentes de la épica fantástica, llegan a la conclusión que la forma de abordar el sexo y la violencia es una de sus principales diferencias.
En el mundo confeccionado por J.R.R. Tolkien hay guerras y muertos suficientes como para vaciar la Tierra Media, pero esos conflictos no se comparan con la crueldad y los derramamientos de sangre planteados por George R.R. Martin. Y si hablamos de sexo, entre una saga concebida originalmente como libros de aventuras y una serie con el sello adulto de HBO nos damos cuenta que hay un abismo de diferencia.
En general, tanto los libros originales como la trilogía de Peter Jackson son obras bastante castas y tímidas. Tolkien incluyó algunos pasajes en los que se manifiesta el deseo de Aragorn por Arwen, o de Éowyn por Aragorn, pero no hay una descripción completa sobre las dinámicas sexuales. Eso se complica más al hablar de los elfos, que son estos seres eternos perfectos que parecen más ángeles que humanos.
Pero estas míticas criaturas tienen que venir de alguna parte. Y resulta que Tolkien sí escribió un poco sobre eso, aunque no en el texto principal de sus novelas. En cambio, su descripción del sexo de los elfos se encontró entre sus voluminosas notas, algunas de las cuales se publicaron en el libro La naturaleza de la Tierra Media.
Un usuario de Reddit tuvo la amabilidad de transcribir la parte sobre el sexo de los elfos que alguna vez tuviste curiosidad pero que tenías demasiada vergüenza de preguntar. Según Tolkien, el sexo de los elfos "no podría haber sido soportado durante mucho tiempo".
El acto de procreación, siendo de una voluntad y deseo compartido y de hecho controlado por el fëa [alma], se logró a la velocidad de otros actos conscientes y voluntariosos de deleite o de creación. Era uno de los actos de mayor deleite (tanto en el proceso como en la memoria) en una vida élfica, pero solo su intensidad proporcionaba su importancia, no su tiempo o duración: no podría haber sido soportado durante mucho tiempo. Es más largo y más intenso el deleite en los Elfos que en los Hombres: demasiado intenso para soportarlo por mucho tiempo.
Lo que Tolkien desea expresar es que el sexo élfico es de tan alta intensidad que no podría prolongarse o soportarse durante mucho tiempo. Es tan bueno que si durara más de lo que dura, habría una “consecuencia desastrosa”.