La década de los 60s estuvo llena de caricaturas psicodélicas y de ciencia ficción que hasta el día de hoy siguen conservando fanáticos de todas las edades. Ahí viene cascarrabias, Los supersónicos, Supercán, por nombrar algunas, pero sin duda alguna, las más famosas fueron Scooby-Doo y El pájaro loco.
Inspirados por el éxito de El show de Archie y los dibujos animados de The Beatles, Fred Silverman creó Scooby-Doo, originalmente llamada Cinco misterios, como una nueva propuesta de televisión infantil libre de violencia. Se tomó la decisión de transmitir la serie animada por las noches para acentuar el tono terrorífico e intrigante de las aventuras del grupo de amigos rockeros.
Cuatro adolescentes, Fred, Daphne, Vilma y Shaggy, acompañados de un perro gran danés, se encargaban de resolver increíbles misterios sobrenaturales a bordo de su inolvidable "Máquina del misterio". El característico perro de collar azul es uno de los personajes más queridos de la televisión animada, e incluso del cine, y no podemos evitar imaginarnos cómo se vería el miedoso y voraz Scooby-Doo si fuera un adolescente más de la pandilla.
Aunque El pájaro loco es una caricatura mucho más antigua a la psicodelia de los años 60, su transmisión en la televisión, que empezó durante la segunda guerra mundial, significó un nuevo tipo de dibujos animados que representaron lo contrario a lo clásico de la época; mientras que las caricaturas se esforzaban por mostrar lo correcto y lo educativo, la serie creada por Walter Lantz con frecuencia era censurada por sus temáticas de alcoholismo, tabaquismo y sexo.
Bajo el singular nombre de Woody Woodpecker, el astuto y burlón pájaro carpintero se distingue por su risa, plumaje rojo y sus ojos verdes. ¿Han pensado en la posibilidad de que el pájaro loco se convierta en una persona real? Figúrense la magnitud de sus travesuras. Ni de chiste nos gustaría cruzarnos con él, pero para sacarnos de la duda, así es como luciría con características humanas.
Hay numerosos personajes parlanchines que son animales pero pueden hablar como cualquier ser humano. Los Looney Tunes quizás son los más conocidos, tanto que hasta ya jugaron basquetbol al lado de Michael Jordan y LeBron James en Space Jam. La tecnología nos permite imaginarnos figuras importantes del cine de una manera completamente distinta, como los muñecos diabólicos de Chucky y Annabelle, entre muchos otros.