No importa si es Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades (la odisea autobiográfica de González Iñárritu), Black Adam (la presentación de Dwayne Johnson en el Universo extendido de DC) o La exorcista (la nueva propuesta de terror del cine mexicano protagonizada por María Evoli), ir al cine es, indisociablemente, cumplir con un rito social e integrarse al conjunto de los testigos de un espectáculo particular.
Este ritual, como se describe en Cinema Paradiso de Giuseppe Tornatore, implica la búsqueda del placer de la experiencia cinematográfica, ya sea por la enorme pantalla, el sonido inmersivo, la agradable compañía o, en la actualidad, por el sabor de las palomitas. Pero no siempre se logra este objetivo. En ocasiones, las películas pretenden desafiar e incomodar a la audiencia con relatos macabros, imágenes grotescas y discursos repugnantes.
'Calígula'
Penthouse Films International
Calígula, de Tinto Brass, es considerada por muchos como una obscenidad disfrazada de arte. Incluso un Malcolm McDowell impresionante no fue suficiente para salvarla de la ira de los críticos y el público que la vilipendió por su moral cuestionable y su maldad exagerada. El legendario crítico Roger Ebert confesó que es una de las pocas películas que lo motivó a salir de la sala de cine.
'Audition'
Basara Pictures
Además de todas las atrocidades sádicas que se muestran en pantalla, Audition cuenta con un deslumbrante diseño sonoro que intensifica la perversa armonía de un alambre rechinando mientras corta carne y hueso. Este violento relato le valió al prolífico cineasta japonés Takashi Miike el premio más prestigioso en el Festival de Cine de Róterdam en el año 2000. No obstante, muchos de los asistentes salieron de la sala para encarar al director y reclamarle por su maldad y perversidad.
'Mártires'
Wild Bunch
Mártires, dirigida por Pascal Laugier, se centra en dos mujeres en busca de venganza contra las personas que las habían secuestrado y torturado años antes. La película francesa presenta algunas de las escenas más depravadas y extremadamente violentas del cine contemporáneo, incluyendo la de un personaje desollado vivo. Ese fue el punto que obligó a la audiencia a salir de las salas tanto en los festivales de Cannes y Sitges en 2008.
'Anticristo'
Zentropa Entertainments
Anticristo es una película de terror psicológico, hasta cierto punto experimental, realizada por el danés Lars von Trier. Las transgresiones gobiernan la trama, donde la pareja protagonista (Willem Dafoe y Charlotte Gainsbourg) busca consuelo tras la muerte de su hijo, pero entran a una espiral de locura, violencia, sexo y sadomasoquismo. Cuando se exhibió en el Festival de Cine de Cannes 2009, la película provocó jadeos de incredulidad y abucheos, ya que se consideró una película con escenas de violencia y sexualidad innecesarias.
'La casa de Jack'
Zentropa Entertainments
Otra película de Lars von Trier, un provocador por excelencia que aquí, en La casa de Jack, presenta a Matt Dillon en el papel de un sádico asesino en serie que particularmente seduce y secuestra mujeres para matarlas por medios gráficos y sin restricciones. Al menos 150 espectadores abandonaron la sala durante su función de estreno en el Festival de Cine de Cannes 2018, y muchos expresaron su disgusto por la película al calificarla como una apología a la violencia contra la mujer.
'The Painted Bird'
Silver Screen
Descrita como un “recorrido de tres horas por el infierno”, The Painted Bird es una película dramática de guerra que profundiza en la violencia extrema. Ambientada en Europa del Este durante la Segunda Guerra Mundial, un joven huérfano (Petr Kotlár) recorre pueblos hostiles y es víctima de brutalidad. Durante su estreno en Festival de Cine de Venecia de 2019, más de la mitad del auditorio salió antes de que concluyera la obra de Václav Marhoul.
'Terrifier 2'
Dark Age Cinema
Se suponía que Terrifier 2 solo tendría un lanzamiento limitado, pero desde que Art the Clown llegó a la pantalla grande, se ha apoderado de los cines en Estados Unidos. El payaso silencioso se está labrando un nombre de la forma más gráfica posible. La película es tan brutal que, según Los Angeles Times, tiene espectadores gritando, llorando y vomitando en los cines. Es tan intenso que muchos espectadores no logran llegar al final.
