Al infinito y más allá
por Olivier FuentesPor fin llegó la culminación de diez años desde la gestación de aquella descabellada idea llamada el Universo Cinemático Marvel (MCU, por sus siglas en inglés) y el resultado es envolvente, desconcertante y… ¿decepcionante? Bueno, sí, pero no de mala manera. Es que uno creería que el filme más épíco del MCU, por la gran cantidad de personajes que aparecen, terminaría de una manera más… pero tampoco se trata de dar spoilers aquí.
Sin duda fue un acierto escoger a los hermanos Anthony y Joe Russo, quienes supieron capturar en Capitán América y el soldado del invierno la esencia de los cómics de dicho personaje, para tener así una historia de intriga política donde además resulta que salía un superhéroe; para dirigir el filme con el máximo grupo de superhéroes.
El trabajo de los Russo no quedó tan redondito en Avengers: Infinity War, y sin embargo, el filme es como estar leyendo, de principio a fin, uno de aquellos cómics épicos en los que está basada la película. La estructura es tal cual: hay una presentación breve de los personajes, nada profunda, lo cual está bien, tomemos en cuenta que ya son personajes conocidos de los cuales bastará sólo con verlos un poco en acción como preparación para el banquete; está la presentación de los antagonistas quienes, en pocos segundos, dejan bien claro dónde están sus lealtades y qué es lo que los motiva. Tenemos también la explicación breve, por si hay alguien en la audiencia que nunca hubiera visto una película del MCU, de qué diablos son las gemas y porqué es tan importante que Thanos, el villano principal, no llegue a ellas.
Tras esos breves momentos explicativos, todo es como una serie de enormes viñetas de una sola página (que en el argot de los cómics se llaman splash-pages) con acción y nada más que acción. Como todo buen filme de equipo de superhéroes que se precie de serlo (y ya llevamos varios en los últimos 20 años), hay un sano equilibrio entre los superhéroes y ninguno de ellos le roba protagonismo al otro. Si acaso, el personaje del que más se cuenta su historia es Thanos; para volver al comentario de que los Russo saben captar a la perfección la esencia del género del cómic que se está llevando a la pantalla; y como si se tratara de alguna página salida de Infinity Gauntlet o Infinity War, el filme hace énfasis en la vida pasada del titán y también en lo que lo lleva a querer tener las seis gemas infinitas; sin duda alguna que no se trata de una acción de villano de telenovela.
Si algo habría que reprocharles a los hermanos Russo sería que no respetaron una de las reglas de forma de los cómics de superhéroes, y es que no contaron la historia pensando en quien llega a esta serie de filmes por primera vez. Claro, la película es una fiesta visual y de emoción para quien creció con el MCU, o es veterano en él; pero es muy probable que al público nuevo le cueste trabajo seguir el hilo del filme. Por otro lado, éste va tomando tintes oscuros en los cuales el típico humor “Avengers” se siente forzado. Y de ahí lo “decepcionante” que podría ser que, tras 10 años de MCU, se llegue a una culminación oscura y angustiosa. Pero qué se le va a hacer, finalmente, como buen cómic que se respete, siempre hay que estar preparado para el final de suspenso.