"Estaba drogado con cocaína": Nadie tiene buenos recuerdos de Van Damme en esta legendaria película de acción
Jessica Campos
-Redactora
Algunas de mis películas favoritas son 'Birdman', 'Begginers' y 'L'âge atomique'. El cine de terror me da miedo, me gustan los comics, y mis géneros favoritos son la fantasía y la animación. Estudié Comunicación en la UNAM y algún día terminaré la carrera de Historia en la FFyL.

Pese a ser una celebridad de los 90 y un referente al cine de acción, dicen que Jean-Claude Van Damme le dio muchos problemas a sus compañeros y aquí te vamos a explicar por qué.

En 1994, el icónico videojuego Street Fighter dio el salto a la gran pantalla con Street Fighter: The Last Battle que, a pesar de ser un éxito comercial, fue duramente criticada por fans y especialistas y hoy día es recordada como una de las peores adaptaciones cinematográficas de videojuegos. Sin embargo, los problemas tras las cámaras fueron tan caóticos como lo que terminó en pantalla.

La producción enfrentó constantes contratiempos. El director Steven E. De Souza lidió con múltiples demandas de los ejecutivos de Capcom, quienes insistían en incluir más personajes del videojuego, complicando el rodaje. Por si fuera poco, la contratación de dos grandes estrellas, Jean-Claude Van Damme y Raúl Juliá, consumieron la mayor parte del presupuesto. Esto dejó al resto del reparto sin los recursos necesarios para entrenar las secuencias de artes marciales.

Incluso el propio Steven E. De Souza reveló, años después, los problemas que Jean-Claude Van Damme causó durante el rodaje debido a su abuso de cocaína. “En ese momento no podía hablar de ello, pero ahora sí: Jean-Claude estaba drogado con cocaína”, confesó el director en una entrevista con The Guardian. “El estudio contrató a alguien para que lo cuidara, pero ese hombre también resultó ser una mala influencia”.

Van Damme a menudo llamaba para excusarse alegando enfermedades, dejando al equipo sin otra opción que ajustar el calendario de rodaje sobre la marcha. Steven E. De Souza admitió que más de una vez tuvo que reescribir escenas para evitar horas de inactividad.

Además, las constantes interrupciones se agravaron con la poca profesionalidad del actor que en dos ocasiones tuvo que viajar a Hong Kong durante el rodaje, y ambas veces regresó tarde. “Los lunes simplemente no se presentaba”, señaló De Souza. Por su parte, el asistente de dirección Keith Heygate describió la experiencia de trabajar con él como “extremadamente difícil”.

La trama de Street Fighter: The Last Battle está ambientada en Shadaloo, una ciudad del sudeste asiático. En este lugar, el general M. Bison lidera una guerra civil y secuestra a 63 delegados de las Naciones Unidas, exigiendo un rescate de 20 mil millones de dólares con la misión de rescatar a los rehenes queda en manos del coronel Guile, interpretado por Van Damme, quien cuenta con la ayuda de Cammy y dos luchadores casuales, Ken y Ryu.

A décadas de su estreno, el legado de Street Fighter: The Last Battle se centra más en sus historias fuera de cámara que en la película en sí. Van Damme, conocido por sus habilidades marciales y su carisma, también se aseguró de que todos en el set supieran qué estrella brillaba más.

“Van Damme ciertamente desfiló por el set, haciéndose notar”, recordó Robert Mammone, uno de los actores secundarios. La mezcla de egos, tragedias personales —como la última actuación de Raúl Juliá antes de su muerte— y los problemas derivados de un presupuesto mal administrado convirtieron el rodaje en un campo de batalla tan intenso como el que buscaba reflejar la historia. Actualmente la cinta está en Apple TV+, Amazon Prime Video y Sony One.

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