Estamos a casi 30 años del estreno de la película pero ni el tiempo ha conseguido hacer que deje de ser tan impresionante como fue a finales de los años noventa.
Sin importar qué género cinematográfico sea tu favorito o cuántos años tengas, es imposible negar que Steven Spielberg ha dejado una huella imborrable en la industria cinematográfica, especialmente en la ciencia ficción donde podría competir mano a mano con James Cameron. Con más de seis décadas de trayectoria, su filmografía incluye clásicos atemporales como E.T., El extraterrestre, Ready Player One, y la desgarradora La lista de Schindler, cintas que le han ganado el reconocimiento tanto del público como la crítica.
Y aunque Spielberg rara vez se inclina hacia la dirección de secuelas, en 1997 decidió hacer una excepción sobre la que es probablemente su mejor cinta y que a la fecha es recordada una y otra vez. Después de romper récords de taquilla al recaudar más de mil millones de dólares, el cineasta regresó al mundo de los dinosaurios con una segunda parte para dirigir a un elenco ahora encabezado por Jeff Goldblum y Julianne Moore.
Se trata de El mundo perdido: Jurassic Park, la secuela de la icónica Jurassic Park. Esta película, de dos horas de duración, nos traslada a la Isla Sorna, un lugar tan peligroso como fascinante donde los dinosaurios vivían antes de ser trasladados a Isla Nublar. La trama comienza cuando John Hammond (Richard Attenborough) revela la existencia de esta segunda isla y encarga a un equipo liderado por el Dr. Ian Malcolm (Goldblum) investigar las condiciones de los animales mientras que otro equipo se acerca con intenciones muy distintas.
Como era de esperarse, lo que debía ser tan solo una misión de observación se convierte rápidamente en una lucha por la supervivencia. En esta nueva y cardíaca aventura nuevos personajes como la intrépida Dra. Sarah Harding (Moore) y el fotógrafo Nick Van Owen (Vince Vaughn) se introducen al mundo de los dinosaurios junto con nuevas especies de estas criaturas listas para atemorizar a quien tengan de frente.
Las secuencia de acción y efectos visuales de El mundo perdido están a la orden del día y a pesar del paso del tiempo, aún consiguen atrapar al ojo de los fanáticos de los dinosaurios. Aunque no alcanzó la misma gloria que su predecesora esta cinta es una historia imperdible para quienes quieran ver la próxima película con Scarlett Johansson con el contexto completo de la emblemática franquicia pues tal vez incluirán algún guiño referente a la trilogía original.
Si eres fanático de las películas de aventuras o simplemente quieres revivir un clásico, El mundo perdido: Jurassic Park está disponible a través de Amazon Prime Video y Disney+. Un recordatorio del legado cinematográfico de Spielberg y de su habilidad para transportarnos a mundos donde lo imposible cobra vida.