Aunque fue un reto bastante complejo, al final la cinta fue considerada una de las más bellas y lo mejor es que su narrativa entreteje varias historias que se entretejen entre el pasado, presente y futuro.
Varios años después de estrenar Matrix, las directoras detrás de este clásico se pusieron de frente un reto mucho mayor llevando a la pantalla una de las producciones más ambiciosas y arriesgadas de la ciencia ficción. En 2012 Lana y Lili Wachowski se unieron a Tom Tykwer para adaptar una compleja novela de David Mitchell en una cinta cuyo presupuesto de 100 millones de dólares merece menciones junto a películas como Avatar o Jurassic World: El reino caído.
La elevada suma de dinero que se invirtió en la película reflejó la magnitud del proyecto pese a que muchos consideraban que sería imposible de trasladar al cine debido a su narrativa fantástica y multifacética. Al final, aunque su recaudación no fue deslumbrante, la película que entreteje la vida de muchos personajes interpretados por Tom Hanks, Halle Berry y Hugh Grant en distintas épocas; por mencionar a algunos; dejó una marca imborrable en el género.
Estamos hablando sin duda alguna de Cloud Atlas, película cuyo mayor atractivo radica en sus seis historias entrelazadas que ocurren en épocas y lugares tan distintas y lejanas como el Pacífico del siglo XIX, la Seúl futurista y un mundo postapocalíptico en el siglo XXIV. Cada segmento explora temas universales como el poder, la libertad y la conexión humana, mostrando cómo las decisiones individuales pueden influir en el pasado, presente y futuro no sólo de uno mismo, sino del resto de las personas en el cosmos y la línea temporal.
Para dar vida a esta idea, el elenco, que también cuenta con Hugo Weaving, Jim Broadbent y Bae Doona interpretó múltiples papeles a lo largo de la cinta, sorprendiendo al público con transformaciones asombrosas que se consiguieron con el maquillaje y diseño de vestuario. Las hermanas Wachowski y Tykwer lograron mezclar sus estilos narrativos y visuales para crear una experiencia que invita al espectador a armar su propio rompecabezas emocional por lo que en cada ocasión que veas la cinta, podrías descubrir algo diferente.
Aunque la duración de casi tres horas de Cloud Atlas y su narrativa poco común pueden ser intimidantes, las imágenes que presenta la película, desde los escenarios vibrantes de Seúl hasta paisajes contemporáneos, consigue enamorar a la audiencia desde el inicio al fin.
Para aquellas personas que deseen revistar esta película, o verla por primera vez, Cloud Atlas está disponible en el catálogo de Amazon Prime Video y funciona como recordatorio de que hasta los proyectos más complejos, y aparentemente imposibles de realizar, consiguen atrapar a la audiencia cuando la idea consigue un rumbo específico que la lleve a la gran pantalla.