La serie que mezcla ciencia ficción, misterio, sobrevivencia y un mundo prehistórico que está fascinando a las audiencias de Netflix
Desde 'El arca rusa' de Aleksander Sokurov hasta 'Museo' de Alonso Ruizpalacios, me encantan las películas que se desarrollan al interior de los museos. Como historiador del arte, me interesa explorar los vínculos que existen entre la pintura y el cine como medios de expresión visual.

Esta impactante producción transporta a los espectadores a un mundo prehistórico lleno de peligros, intriga y relaciones humanas complejas.

La Brea, disponible en el catálogo de Netflix, ha captado la atención del público gracias a su intrigante premisa de ciencia ficción y sobrevivencia. Sin embargo, es importante señalar que esta serie no es original de la famosa plataforma de streaming, sino una producción de Matchbox Pictures respaldada por NBC. Con un enfoque que combina viajes en el tiempo, desafíos prehistóricos y relaciones humanas, La Brea presenta una propuesta diferente, aunque no exenta de fallos.

Un abismo en Los Ángeles y un viaje al pasado: la trama que engancha a los espectadores

El punto de partida es tan sencillo como impactante: un gigantesco socavón aparece en medio de Los Ángeles, tragando a varias personas. Contra toda lógica, quienes caen en el abismo no mueren, sino que despiertan en un bosque prehistórico aparentemente situado en el año 10,000 a. C. Mientras las autoridades en la superficie los dan por muertos, los sobrevivientes descubren un mundo inhóspito habitado por mamuts lanudos, felinos de dientes de sable y misteriosos habitantes hostiles.

Creada por David Appelbaum, la serie se centra en los esfuerzos de la familia Harris para reunirse tras el evento. Eve (Natalie Zea) y su hijo Josh (Jack Martin) caen en el socavón, mientras que Gavin (Eoin Macken), el padre y piloto, intenta rescatarlos. Aunque esta trama principal busca ser emocionalmente intensa, su desarrollo tiende a ser repetitivo, con demasiada atención en los problemas de Gavin y sus visiones, lo que diluye parte del impacto narrativo.

La Brea se posiciona como una serie de supervivencia distópica, inspirada en títulos como Lost o The Walking Dead. Sin embargo, su enfoque es más ligero y menos crudo, destacando las dinámicas interpersonales entre los sobrevivientes. Estas relaciones, aunque interesantes, a menudo pierden fuerza debido a subtramas extendidas o personajes poco carismáticos. Aun así, figuras como Scott Israni (Rohan Mirchandaney), un guía de museo que aporta humor e ingenio, logran equilibrar el tono de la serie con momentos entretenidos.

Entre los aciertos, destaca el toque humano que aportan las interacciones entre los personajes. Además, la subtrama romántica entre Josh y Riley (Veronica St. Clair), una estudiante que también cayó en el socavón junto a su padre médico, añade ligereza y cierta frescura, gracias a la buena química entre los actores.

Desde un punto de vista técnico, la serie presenta inconsistencias. Los efectos visuales, especialmente en los animales prehistóricos, no siempre están a la altura de las expectativas, y muchos escenarios parecen decorados artificiales. Además, el diseño de vestuario y maquillaje resulta poco convincente, ya que los personajes lucen demasiado impecables para estar atrapados en un mundo salvaje.

A pesar de estos detalles, La Brea logra mantener el interés de los espectadores gracias a su ritmo pausado pero intrigante. Al terminar los 10 episodios, es probable que concluyas que la historia no podía cerrarse en una sola temporada, y efectivamente, así fue. NBC lanzó la segunda temporada en 2022 y la tercera a principios de 2024, con el objetivo de resolver varias de las incógnitas planteadas, lo que justifica plenamente su continuación. Ahora solo queda esperar que estas temporadas lleguen pronto al catálogo de Netflix.

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