Uno de los mejores westerns del cine tuvo una secuela olvidada por la humanidad
Sergio Negrete
-Redactor
Mi infancia estuvo repleta de películas de Disney en VHS. Bien podría ser un personaje de 'El diario de Bridget Jones', 'Fleabag' o 'Parks and Recreation'

Ni siquiera la presencia de John Wayne logró evitar que la segunda parte de una de sus películas más famosas fuera un completo fracaso y quedara en el olvido.

El wéstern fue uno de los primeros géneros con el que el público se enamoró verdaderamente del cine. Fue durante las décadas de 1950 y 1960 que los largometrajes de vaqueros en el Viejo Oeste alcanzaron su apogeo y se convirtieron en el símbolo del séptimo arte, con estrellas como Henry Fonda, Jimmy Stewart y Gary Cooper. Aunque otra clase de historias han acaparado las salas de cine, en los últimos años, el wéstern parece haber estado volviendo de algún modo, con películas como El poder del perro y Los siete magníficos.

Uno de los rostros más emblemáticos del cine wéstern es el de John Wayne. A lo largo de su carrera, que se extendió a lo largo de varias décadas, Wayne dio vida a algunos de los héroes más icónicos del Viejo Oeste. Durante la década de 1930, Wayne apareció en más de 40 westerns de bajo presupuesto, pero fue hasta 1939 cuando su suerte cambió a protagonizar La diligencia. Desde entonces, Wayne se volvió sinónimo del género en su época.

Uno de los grandes clásicos de su carrera fue Temple de Acero de 1969, cinta que le valió un Oscar a Mejor actor. Sin embargo, lo que pocos recuerdan es que esta película tuvo una segunda parte en la que el legendaria estrella volvió a interpretar el mismo papel y compartió créditos al lado de Katharine Hepburn. Desafortunadamente, ni siquiera la presencia de dos figuras del cine lograron evitar que la película fuera un completo fracaso y quedara en el olvido.

El alguacil del diablo llegó en 1976, siete años después de Temple de Acero. A diferencia de su predecesora, esta película no obtuvo el mismo reconocimiento y fue duramente recibida por la crítica. Para muchos, a pesar de que Wayne y Hepburn se esforzaron con sus actuaciones e hicieron lo mejor que pudieron, la historia era inconsistente y tenía demasiados agujeros que eran difíciles de ignorar.

Ubicada en Arkansas, la cinta presenta de nuevo al sheriff veterano, Rooster Cogburn, a quien le han revocado su placa, ya que el juez Parker piensa que fue demasiado lejos y provocó varias muertes. Al mismo tiempo, la pandilla liderada por Hawk y Breed provoca una serie de muertes para robar un cargamento de nitroglicerina. Los criminales pretenden utilizar el explosivo para hurtar un cargamento de oro. Ante esta situación, Parker le devuelve la placa a Cogburn y le promete un aumento si detienen a la pandilla.

El alguacil del diablo solo tuvo un índice de aprobación del 45 por ciento en Rotten Tomatoes, y hoy en día muchos ni siquiera recuerdan esta secuela del clásico de John Wayne.

facebook Tweet
Te puede interesar