Más allá de estar a cargo del llamado "rey de las comedias románticas", 'Mujer bonita' y 'El diario de la princesa' comparten un momento idéntico con un significado especial.
Las grandes historias se inspiran en otras igual de grandes, por lo que no es ninguna casualidad que tengan escenas que se parezcan entre sí. Matrix tomando referencias de Akira y Ghost in the Shell, Christopher Nolan haciendo El origen gracias al Agente 007, y el homenaje de Luca a Porco Rosso de Hayao Miyazaki, son algunos de los largometrajes que existen gracias a otras películas y que cuentan con secuencias similares que han hecho al público tener una sensación de déjà vu.
Dos cintas más que tienen mucho en común son Mujer bonita y El diario de la princesa. Más allá de que estuvieron a cargo del llamado "rey de las comedias románticas", el fallecido Gary Marshall, ambas películas comparten un momento parecido que en realidad tiene un significado especial. Seguramente, los fanáticos que más prestan atención a los detalles ya habrán notado la secuencia que es prácticamente idéntica tanto en las cinta protagonizada por Julia Roberts como la de Anne Hathaway.
Se trata del momento en el que Vivian Ward y Mia Thermópolis, cada una en sus respectivas películas, acuden a un evento importante en el que se sirve comida de alta cocina que no se encuentra en restaurantes de comida rápida. Luego de que las chicas cometen errores en la cena al ser su primera experiencia en una reunión repleta de invitados distinguidos, ambas son auxiliadas por un amable mesero quien les dice exactamente la misma frase: "Pasa todo el tiempo". Las escenas casi idénticas en las dos comedias románticas más famosas de Marshall tienen su propio significado y no son casualidad.
Las secuencias de las cenas de Mujer bonita y El diario de la princesa evidencian que el proceso de crecimiento de cada una de las protagonistas femeninas no viene sin tropiezos. Sin embargo, por más graves que puedan parecer estos errores u omisiones, lo cierto es que siempre existe la posibilidad de mejorar y aprender, y más importante aún, ni Vivian ni Mia serán las primeras y últimas personas en meter la pata.
Cuando Vivian y Mia no saben cómo portarse durante la comida, la frase del mesero no sólo las reconforta, sino que subraya la importancia de no sentirse fuera de lugar por algo que pasa todo el tiempo. Las palabras del camarero le dan seguridad a Mia y Vivian para no sentirse juzgadas en un mundo que parece lejano a ellas, destacando que los errores los cometen todas las personas, no sólo ellas.
En Mujer bonita, Vivian no sólo cambia su estilo de vida al enamorarse del personaje de Richard Gere, sino que también experimenta una metamorfosis interna en la que se da cuenta que su personalidad es quien la hace especial. De manera similar, Mia Thermopolis se enfrenta a un mundo desconocido lleno costumbres de la vida real, sin embargo, poco a poco, confía en su sentido único de sí misma. Sus historias no se centran únicamente en los cambios de imagen a los que se someten, sino que también dan grandes pasos a nivel emocional para convertirse en versiones más fieles a sí mismas.