Si viste 'La sustancia', la resistió tu estómago y te gustó, entonces este k-drama seguro se convertirá en uno de tus preferidos porque tiene escenas fuertes y una dura crítica que transmite con su comedia oscura.
Hace poco tiempo llegó a cines La sustancia, cinta protagonizada por Demi Moore y Margaret Qualley que dejó a muchas personas impactadas con su horror corporal y crítica a la obsesión con la apariencia. Poco antes de que esta impresionante cinta estrenara en la gran pantalla, un k-drama se dedicó a hacer algo similar al abordar la superficialidad y la obsesión con la fama en una serie de tan solo siete episodios.
Si bien el drama coreano de Netflix que te presentamos ahora no llega a los extremos de horror que logró La sustancia, tiene lo suyo al presentar secuencias oscuras y crudas que logran perturbar a nivel físico y psicológico por lo que no es recomendable para estómagos sensibles. La historia sigue a Kim Mo-mi , una mujer común que trabaja como oficinista durante el día, pero por la noche se convierte en una streamer tras una máscara que anhela la fama sobre absolutamente cualquier cosa y está dispuesta a mantenerla sin importar el costo.
Un inquietante rompecabezas psicológico
Desde el inicio aprendemos que Mo-mi siempre ha deseado ser reconocida y famosa, pero sufre inseguridades por su apariencia lo que la lleva a ocultar su identidad y convertirse en La chica enmascarada, alguien completamente distinta cuando está frente a la cámara. Una peluca larga y rubia a juego con su máscara de color rosa dorado le permiten atraer la atención de sus seguidores quienes, a cambio de ser "entretenidos" en sus transmisiones no sólo le otorgan dinero, sino la atención que tanto desea.
Sin embargo, pronto esta carrera clandestina que tanto le había dado comienza a desmoronarse por un error cometido bajo los efectos del alcohol, por lo que termina por enfrentarse con un fanático particularmente inquietante quien la arrastra a una espiral intensa de asesinato y venganza despiadada.
Entre las muchas cosas que hacen atractiva a esta serie está la crítica al centro sobre las redes sociales, los estándares de belleza y la presión devastadora sobre el autoestima de las personas. Pero lo que más destaca es el juego psicológico al que nos invita la protagonista al sumergirse en crímenes y situaciones extremas que cambiarán su vida de forma irreversible.
La trama de La chica enmascarada es relatada como un rompecabezas que se arma a partir de los ojos de varios personajes a lo largo de sus siete episodios con toda la intención de que nunca sepamos realmente qué tan confiable es Mo-mi o cuáles son sus verdaderas intenciones. Lo único que es evidente es que haría cualquier cosa por convertirse en estrella, incluso si eso significa reiniciar su vida una y otra vez para lograrlo.
Las transformaciones, por lo tanto, dan lugar a que el rol protagónico esté interpretado por Ko Hyun-jung, Nana y Lee Han-byeol quienes consiguen enmarcar lo peor -en el buen sentido- de Mo-mi. Las tres actrices serán capaces de llevarnos por la locura que se desencadena en el personaje central para que al final aquella frase del avance: "Todavía me encantan los vítores y los aplausos que la gente me da" resuene con mucha más fuerza en todos los espectadores.