Durante su larga trayectoria Johnny Depp no ha hecho muchos comentarios negativos de sus compañeros de reparto, sin embargo al trabajar en una película de culto con un galardonado del Oscar hubo fuertes tensiones.
Después de que Johnny Depp y Amber Heard estuvieron en boca de todos al protagonizar uno de los mayores escándalos con el juicio de su divorcio el actor de Piratas del Caribe tuvo una pausa del cine, más obligada que voluntaria. Pero, por ruidosa que haya sido la exposición de la vida privada del actor, poco es conocido por tener problemas con sus compañeros de elenco, menos aún por hablar mal de ellos.
Sin embargo, la excepción para Depp en este caso se remonta a finales de la década de los 90 cuando bajo la dirección de Terry Gilliam actúo en Pánico y locura en Las Vegas junto al que sería un futuro ganador del Oscar. Al igual que el libro de 1971 en que está inspirada la adaptación, el filme se convirtió en objeto de culto sin saber que Raoul Duke y Dr. Gonzo, personajes entrañables en realidad tenían muchas diferencias dentro del set.
Dos estilos de trabajo que chocaron tras las cámaras
Según relató el propio director del filme en una entrevista con HeyUGuys por el 21 aniversario de Pánico y locura en Las Vegas, la manera en que Johnny Depp y su compañero Benicio del Toro se preparaban para el trabajo causó conflictos entre ambos actores. Mientras que Depp, quien dio vida al periodista Raoul Duke, trabajaba de manera más directa y planificada, Del Toro se sumergía en su papel del excéntrico, y constantemente drogado abogado, Dr. Gonzo por lo que el estilo clásico de actuación del primero chocó con el maníaco método del segundo.
"Fue interesante, porque había dos estilos de actuación completamente diferentes", explicó Gilliam. "Johnny sabía exactamente lo que estaba haciendo, pero Benicio estaba casi completamente fuera de control, lo que enojaba a todos" continuó el también director de 12 monos. Las enormes diferencias entre él y Depp también se reflejaron en el material grabado por lo que cineasta decidió filmar primero las escenas con Del Toro para que Depp pudiera reaccionar después, algo que no le gustó en absoluto al actor de "El joven manos de tijera".
"Fue muy divertido, porque Johnny estaba muy enojado con Benicio", recordó Gilliam y dijo que cuando le explicó su plan de filmar primero el material de su compañero, Depp reaccionó indignado:
¡No, yo quiero filmar primero! Sé lo que hago, ¡y me da igual lo que él haga!
Asimismo, agregó que el ganador del Oscar por su trabajo en Tráfico no era muy popular entre el resto de la producción pues tanto el departamento de continuidad como el de sonido tenían quejas de su forma de trabajo. Al parecer, Del Toro ponía a todos ante enormes desafíos porque se desviaba del guion y nadie tenía certeza de cuál sería su siguiente movimiento: "Johnny es tan limpio, loco y con los pies en la tierra, mientras que Benicio es una fuerza de la naturaleza" compartió el cineasta.
Al final, los actores no se hicieron amigos, pero el director piensa que las fricciones entre ambas estrellas resultaron ser un beneficio para la película. "Esa tensión fue algo bueno al final, porque mantuvo viva la situación", concluyó el también encargado de The Zero Theorem. Si tienes ganas de volver a ver Pánico y locura en Las Vegas para ver si detectas algún indicio de mala relación entre Johnny Depp y Benicio del Toro, la cinta está disponible para su renta en Amazon Prime Video o Apple TV.