Ni las películas tardías del MCU le hicieron perder tanto a Disney como esta cinta de ciencia ficción que muestra la historia de un famoso personaje que tiene más de 100 años de presencia en la literatura.
Disney es una de las compañías más grandes del mundo al tener en su poder distintas productoras como Marvel Studios, Lucasfilm, 20th Century Studios, National Geographic e incluso ESPN. El conglomerado de medios ha producido algunas de las películas más caras de los últimos años y aunque parece lejana la época en que cintas como Avengers: Endgame y Spider-Man: Sin camino a casa arrasaban en taquilla, los fracasos financieros de la empresa los han envuelto desde hace décadas.
Uno de los casos más preocupantes ocurrió en 2012, justo cuando Marvel apenas comenzaba a posicionarse entre las audiencias como una franquicia prometedora. Aunque la producción de la que hablamos retomó un personaje sumamente popular entre el público estadounidense, su nombre no fue suficiente para llevar a los espectadores a las salas de cine y volverla el éxito que se esperaba.
Adaptando la obra Una princesa de Marte de Edgar Rice Burroughs, esta película contó con las actuaciones de Taylor Kitsch, Lynn Collins, Willem Dafoe y Bryan Cranston, pero a pesar de su retrato sobre un humano casi inmortal que es transportado a otro planeta para involucrarse en una guerra de escalas épicas, el largometraje de ciencia ficción fue un fracaso rotundo al no poder recuperar los 250 millones de dólares que se invirtieron para producirla.
Ni siquiera El llanero solitario, protagonizada por Armie Hammer, alcanzó los niveles de pérdidas impuestas por John Carter en 2012, que hasta la fecha es considerado el mayor fracaso dentro de la compañía. Si bien recaudó 284,1 millones de dólares durante su circuito en cines de todo el mundo, la película provocó que Disney perdiera alrededor de 255 millones de dólares, según datos de Box Office Mojo de IMDb Pro.
John Carter recibió 52 por ciento de aprobación en Rotten Tomatoes de parte de la crítica, aunque podría decirse que lo que provocó el hundimiento de este proyecto fue la estrategia de marketing, las regrabaciones masivas y el cambio en el título de la cinta. Si nunca la has visto, puedes disfrutar de ella en Disney+ con tu suscripción activa.