La mejor película de terror del mundo celebra su 50 aniversario y sigue sorprendiendo hasta a Quentin Tarantino
Desde 'El arca rusa' de Aleksander Sokurov hasta 'Museo' de Alonso Ruizpalacios, me encantan las películas que se desarrollan al interior de los museos. Como historiador del arte, me interesa explorar los vínculos que existen entre la pintura y el cine como medios de expresión visual.

El cine de terror ha dado vida a historias que han dejado huella en la historia, desde el expresionismo alemán hasta el llamado "horror elevado". Pero pocos filmes han resistido tanto la prueba del tiempo como esta obra admirada por Tarantino.

El cine de terror ha sido un refugio para el miedo colectivo y la representación de lo siniestro desde sus primeros días. El expresionismo alemán marcó el inicio de esta tradición con obras maestras como Nosferatu de F.W. Murnau y El gabinete del doctor Caligari de Robert Wiene, que sentaron las bases de un cine que explotaba el miedo a través de sombras distorsionadas y atmósferas opresivas.

Décadas después, el terror continuó reinventándose y evolucionando hacia formas más complejas y sofisticadas, culminando en lo que muchos críticos llaman "horror elevado". Este subgénero se caracteriza por ir más allá de los sustos tradicionales y las convenciones del terror clásico, profundizando en temas psicológicos y filosóficos que exploran las ansiedades humanas más profundas como Babadook de Jennifer Kent, La bruja de Robert Eggers y Hereditary de Ari Aster.

A lo largo de los años, el género se ha diversificado, ofreciendo desde el slasher más brutal hasta el terror más psicológico y simbólico. Sin embargo, ciertas películas se han destacado como pilares fundamentales, trascendiendo la barrera del tiempo y permaneciendo tan impactantes como en el día de su estreno. Entre estas películas icónicas se encuentra La masacre de Texas, una obra que no sólo redefinió el género de terror, sino que sigue siendo un tema de conversación y análisis incluso en el 50 aniversario de su lanzamiento.

La masacre de Texas es un logro impresionante si se considera su producción modesta. El director Tobe Hooper creó un clásico con un presupuesto ínfimo, haciendo que cada recurso valiera su peso en oro. La película, estrenada en 1974, logra una atmósfera de terror visceral gracias a su estilo casi documental, con un enfoque tanto en lo sugerido como en lo mostrado explícitamente en pantalla.

‘La masacre de Texas’: 50 años de terror puro que Tarantino considera "perfección"

La trama es sencilla pero eficazmente aterradora: cinco jóvenes se aventuran en el desolado campo de Texas, donde encuentran una familia de caníbales, encabezada por el icónico Leatherface, un asesino enmascarado con una motosierra. Pero lo que realmente aterra al espectador no son solo los momentos violentos, sino la omnipresente sensación de aislamiento y desesperanza. Desde los primeros informes de crímenes narrados por la radio hasta la tensa atmósfera en la casa de los caníbales, Hooper arrastra a los espectadores a un estado de horror puro y caótico.

Quentin Tarantino, reconocido por su conocimiento enciclopédico del cine, ha elogiado en numerosas ocasiones La masacre de Texas. En una entrevista con Jimmy Kimmel, el director de Pulp Fiction y Kill Bill la destacó como una de las pocas "películas perfectas" que existen, señalando que, aunque alguien pueda no disfrutarla personalmente, es imposible encontrar defectos que la conviertan en una obra menor.

facebook Tweet
Te puede interesar