Para este actor de 'Gladiador 2' hubo un requisito que fue sumamente difícil para él y con el que no pudo cumplir: dejar de beber y fumar.
Gladiador 2 no sólo es una de las películas más esperadas de 2024, sino una de las secuelas que los fans habían pedido desde hace mucho tiempo. Hace más de dos décadas, la primera entrega llegó a los cines donde los personajes de Russell Crowe y Joaquin Phoenix se enfrentarían en una batalla tan épica como ninguna otra. Ahora, el encargado de hacer honor al legado de Gladiador será Paul Mescal con la guía del cineasta Ridley Scott.
Gladiador 2 da continuidad a la saga de poder, intriga y venganza ambientada en la Antigua Roma. Años después de presenciar la muerte del venerado héroe Maximus a manos de su tío, Lucius, se ve obligado a ingresar al Coliseo después de que su hogar fuera conquistado por los emperadores tiránicos que ahora dirigen Roma con mano de hierro. Con rabia en su corazón y el futuro del Imperio en juego, Lucius debe mirar a su pasado para encontrar fuerza y honor para devolver la gloria de Roma a su pueblo.
Dar vida a un hombre de la Antigua Roma no es un asunto cualquiera, y para cumplir con las expectativas del personaje, Mescal siguió un riguroso régimen de entrenamiento y alimentación. Si bien el actor de Aftersun estaba más que comprometido con la secuela de la aclamada cinta de Ridley Scott, hubo un requisito que fue sumamente difícil para él y con el que no pudo cumplir: dejar de beber y fumar.
"Comí mucho pollo y levanté cosas pesadas", bromeó Mescal durante una aparición reciente en el programa de Graham Norton Show. Mientras se preparaba para interpretar al exmiembro de la realeza que fue obligado a vivir como esclavo, el irlandés trabajó "con un entrenador que lo rodeó como un tiburón". Al final, el régimen dio resultado y el físico de Mescal estaba tan trabajad que su coprotagonista Pedro Pascal le puso un apodo ingenioso: "Brick Wall Paul".
Sin embargo, la estrella de Normal People admitió que tuvo algunas reservas en lo que respecta a su régimen de ejercicios y alimentación, en especial, con el alcohol y tabaco. "Hice todo lo que me pidió, pero me gusta beber y fumar, así que tracé un límite en lo que respecta a eso", dijo en el programa de televisión acerca de cómo se negó a no consumir algo que le gusta mucho.
Además de su transformación, Mescal mencionó cómo es que que consiguió el papel después de hablar con el director Ridley Scott por Zoom durante solo 30 minutos. "Pensé que habría pruebas de cámara y audiciones, pero hablamos por Zoom durante media hora, hablamos durante 10 minutos sobre el papel y luego 20 minutos sobre fútbol gaélico, su perro y su esposa", dijo el actor de Todos somos extraños sobre su encuentro con el cineasta.